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Abrupta caída de la venta de inmuebles en Roca

Abrupta caída de la venta de inmuebles en Roca:

“El mercado está estresado”, fue la conclusión de un operador inmobiliario de la ciudad. Otro martillero, más directo, reseñó que “no es un buen momento para la venta de propiedades”. Todos coinciden en que debido a la inestabilidad cambiaria y la falta de financiación, estas operaciones cayeron abruptamente en los últimos tiempos. Pero al mismo tiempo, aparecen nuevas modalidades de negociación.

Los posibles inversores prefieren demorar sus decisiones. Y una demostración de esa renuencia es la cantidad de carteles que siguen ofreciendo una venta que no termina de concretarse. Los agentes consultados expresaron que hace varios meses que las negociaciones de compra y venta de propiedades están prácticamente paralizadas fundamentalmente porque no hay ofertas.

En este clima de incertidumbre económica, los valores de las propiedades se han refugiado en el dólar como precio de referencia estable.  Pero las dudas comienzan cuando se debe hacer la conversión. La mayoría de los propietarios prefiere que se pague en “dólar billete”. El problema es que no es tan fácil conseguirlos: el mercado oficial ofrece pocas alternativas y nunca en la cantidad que se necesita para una inversión de esta magnitud. En tanto, en el paralelo los valores que se manejan son muy extremos y muchos potenciales compradores desisten antes de concretar.

Tampoco es tan sencillo conseguir financiación. Los créditos UVA no dejaron la mejor impresión y se demora la presentación de un sistema de préstamos inmobiliarios que los reemplace. Los créditos personales no resultan atractivos: las tasas de interés son muy altas y por lo general no alcanzan a cubrir el monto que implica la compra de una vivienda. Entonces, todo pasará por los ahorros familiares o la posibilidad de incluir algún bien como parte de pago.

“Esto es algo nuevo, que antes no ocurría con la misma intensidad que hoy”, explicó Horacio Esteva, de la inmobiliaria Catoira. Los interesados aparecen ofreciendo una parte en efectivo, algún terreno, un vehículo o un inmueble de menor valor. Y cuotas. “La decisión depende del apuro que pueda tener el vendedor”, explican los agentes inmobiliarios.

Porque como ocurre en otros campos, existen dos tipos de vendedores: el que necesita vender, porque tiene una urgencia o está frente a otra oportunidad de inversión; y el que puede esperar. Uno puede ser más flexible que el otro.

El mercado de los precios relativos

Las sucesivas devaluaciones del peso frente al dólar han provocado algunas confusiones en el mercado. Porque muchos entienden que un departamento que hace dos años costaba 100.000 dólares, hoy “debería” costar un 25 % menos. Simplemente porque no habría interesados con posibilidad de cubrir ese valor. Pero ese porcentaje merece la relatividad de quien realice la cotización del bien y de definir a qué tipo de dólar se puede hacer la operación. Finalmente, la escasez de billetes verdes pueden frustrarla.

Otro problema que suelen encontrar los martilleros es como negociar el precio final, teniendo en cuenta que por lo general las ventas se realizan con el pago del 50 % al momento de firmar el boleto de compra; y el resto al firmar la escritura. En ese proceso se pueden demorar unos 45 días, lapso durante el cual el mercado cambiario puede haberse movido un 8 %.

“Está difícil para el vendedor, porque quiere mantener su inversión; está difícil para el comprador, que está realizando su inversión”, reflexionó Esteva.

Lo que se vende

Esteva explicó que una buena alternativa fue en su momento la venta de departamentos de uno o dos dormitorios “en pozo”. Un sistema que permite a los constructores emprender obras importantes financiándose con el dinero de los futuros propietarios. Esto permitió un incremento de la actividad, que rápidamente empezó a tomar personal y dinamizó las economías locales.

Lamentablemente, encontró un techo con los niveles de inflación de los últimos meses. “Es una operación en la que la empresa toma un riesgo porque se compromete a entregar el inmueble en una fecha determinada y con la inestabilidad que estamos viviendo, algunos han preferido dejar esa inversión para otro momento”, puntualizó.

Gentileza anr

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