Son cuatro amigas que viven en Barrio Nuevo y que ante el panorama de necesidades que las rodea, decidieron hacer algo. Así, por el puro espíritu de ayudar a los que pueden estar en una situación más comprometida. Por eso hace dos semanas pusieron en marcha el merendero “Pancitas llenas, corazón contento”. Y ya atienden a 25 personas, entre adultos y niños, que asisten al domicilio particular para recibir una taza de leche chocolatada y un pan.

Ahora quieren hacer un poquito más todavía. Por eso organizaron una venta de empanadas fritas para mañana, sábado 29 de julio. El objetivo es comprar más insumos para atender a las chichas y chicos del barrio, ya que dependen exclusivamente del propio esfuerzo. La docena sale 1.500 pesos y se llevan a domicilio con un costo, dependiendo de la zona.

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Los que quieran sumarse a esta iniciativa y comprar empanadas, pueden comunicarse con el Facebook de Nicolás Meriles. O bien contactarse con Rocío, una de las integrantes del grupo, al celular 298 470 4728.

“Hace dos meses que lo venimos conversando, porque vemos muchos nenes en el barrio. Y todo está muy difícil en esta época, por la situación de la misma economía. Entonces, hace dos semanas decidimos arrancar”, contó Rocío.

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Y comenzaron su actividad poniendo de su bolsillo para comprar los insumos, además de su propio tiempo para preparar la merienda y después atender a la gente. Las cuatro amigas tienen más expectativas: organizarse para entregar también un almuerzo. Una forma de seguir ayudando a su comunidad que tanto necesita.

Por ahora, trabajan en un espacio acondicionado en la casa de una de las integrantes del merendero. Y siguen adelante. Soñando y haciendo cosas. Solidarias. Un ejemplo para imitar. Y para ayudar, comprando sus empanadas.