El hecho tiene como protagonista a un inquilino de Roca quien decidió poner fin al contrato de alquiler donde estaba residiendo, pero al momento de entregar las llaves la dueña se negaba a recibirlas.

Si bien el hombre al momento de terminar con su contrato asumió las responsabilidades y estuvo dispuesto a pagar el dinero de la penalidad por la rescisión anticipada, la mujer se mostró en todo momento negada a cooperar.   

Frente a la postura de la propietaria de la casa, el hombre acudió a la justicia. Luego de un proceso que involucró una demanda de menor cuantía ante el Juzgado de Paz, finalmente el sujeto pudo entregar la casa y pagar su deuda.

El juicio lo inició vía internet, por medio de correo electrónico se comunicó con el Juzgado de Paz de Roca, donde realizó la demanda y pidió que abran una cuenta judicial para depositar el dinero que la señora se negaba a recibir personalmente.

Posteriormente, se dictó una condena de menor cuantía dictada contra la propietaria que incluyó, por un lado, que deberá pagar los gastos judiciales y los honorarios del escribano que contrató el inquilino para certificar el estado del inmueble. Y por el otro, que deberá devolver, actualizado, el “mes de depósito” que el hombre había pagado al inicio del contrato de locación. 

La dueña de la casa fue a una audiencia en el juzgado, con asesoramiento legal y decidió no responder a la demanda: no brindó explicaciones ni presentó pruebas ni negó las afirmaciones del inquilino. En esa misma audiencia el juez le entregó en mano de las llaves de la vivienda.

Finalmente, la justicia tuvo que que abrirle una cuenta para que depositase el dinero adeudado a la dueña del departamento y el inquilino logró que la muejr le deolviera el dinero del mes de depósito que había pagado al comienzo del contrato y que se hiciera responsable de todos los gastos que demandó el trámite judicial.

El hecho tiene como protagonista a un inquilino de Roca quien decidió poner fin al contrato de alquiler donde estaba residiendo, pero al momento de entregar las llaves la dueña se negaba a recibirlas.

Si bien el hombre al momento de terminar con su contrato asumió las responsabilidades y estuvo dispuesto a pagar el dinero de la penalidad por la rescisión anticipada, la mujer se mostró en todo momento negada a cooperar.   

Frente a la postura de la propietaria de la casa, el hombre acudió a la justicia. Luego de un proceso que involucró una demanda de menor cuantía ante el Juzgado de Paz, finalmente el sujeto pudo entregar la casa y pagar su deuda.

El juicio lo inició vía internet, por medio de correo electrónico se comunicó con el Juzgado de Paz de Roca, donde realizó la demanda y pidió que abran una cuenta judicial para depositar el dinero que la señora se negaba a recibir personalmente.

Posteriormente, se dictó una condena de menor cuantía dictada contra la propietaria que incluyó, por un lado, que deberá pagar los gastos judiciales y los honorarios del escribano que contrató el inquilino para certificar el estado del inmueble. Y por el otro, que deberá devolver, actualizado, el “mes de depósito” que el hombre había pagado al inicio del contrato de locación. 

La dueña de la casa fue a una audiencia en el juzgado, con asesoramiento legal y decidió no responder a la demanda: no brindó explicaciones ni presentó pruebas ni negó las afirmaciones del inquilino. En esa misma audiencia el juez le entregó en mano de las llaves de la vivienda.

Finalmente, la justicia tuvo que que abrirle una cuenta para que depositase el dinero adeudado a la dueña del departamento y el inquilino logró que la muejr le deolviera el dinero del mes de depósito que había pagado al comienzo del contrato y que se hiciera responsable de todos los gastos que demandó el trámite judicial.

El hecho tiene como protagonista a un inquilino de Roca quien decidió poner fin al contrato de alquiler donde estaba residiendo, pero al momento de entregar las llaves la dueña se negaba a recibirlas.

Si bien el hombre al momento de terminar con su contrato asumió las responsabilidades y estuvo dispuesto a pagar el dinero de la penalidad por la rescisión anticipada, la mujer se mostró en todo momento negada a cooperar.   

Frente a la postura de la propietaria de la casa, el hombre acudió a la justicia. Luego de un proceso que involucró una demanda de menor cuantía ante el Juzgado de Paz, finalmente el sujeto pudo entregar la casa y pagar su deuda.

El juicio lo inició vía internet, por medio de correo electrónico se comunicó con el Juzgado de Paz de Roca, donde realizó la demanda y pidió que abran una cuenta judicial para depositar el dinero que la señora se negaba a recibir personalmente.

Posteriormente, se dictó una condena de menor cuantía dictada contra la propietaria que incluyó, por un lado, que deberá pagar los gastos judiciales y los honorarios del escribano que contrató el inquilino para certificar el estado del inmueble. Y por el otro, que deberá devolver, actualizado, el “mes de depósito” que el hombre había pagado al inicio del contrato de locación. 

La dueña de la casa fue a una audiencia en el juzgado, con asesoramiento legal y decidió no responder a la demanda: no brindó explicaciones ni presentó pruebas ni negó las afirmaciones del inquilino. En esa misma audiencia el juez le entregó en mano de las llaves de la vivienda.

Finalmente, la justicia tuvo que que abrirle una cuenta para que depositase el dinero adeudado a la dueña del departamento y el inquilino logró que la muejr le deolviera el dinero del mes de depósito que había pagado al comienzo del contrato y que se hiciera responsable de todos los gastos que demandó el trámite judicial.