El oficialismo vuelve a estar en el ojo de la tormenta debido a un escándalo de nepotismo que salpica a la Secretaría de Karina Milei.

María Belén Agudiez, mano derecha de Karina Milei y Subsecretaria de Planificación General, ha duplicado el presupuesto a su cargo en tan solo dos meses de gestión, al mismo tiempo que también nombró a dos de sus primos directos, Javier Sosa y Agustín Expósito, para cargos en el Estado. Este caso sigue sumando preocupación a las designaciones de familiares en puestos de gobierno.

Los nombramientos han causado asombro y polémica. Javier Sosa, quien se desempeñaba como jardinero, ha sido designado como intendente de la Quinta de Olivos. Mientras tanto, Agustín Expósito, quien no tiene ningún antecedente laboral registrado en Anses, ha obtenido un puesto en el Estado cuyo rol exacto aún se desconoce.

Además, fuentes cercanas también señalan que Agudiez ha designado a su madre y a su hermana en cargos gubernamentales. Estas noticias llegan tras la controversial designación de Geraldine Calvella, una militante libertaria de 23 años sin experiencia laboral, como titular del Registro Nacional de las Personas (Renaper), con un sueldo exorbitante: $2.700.000 pesos.

Las fuentes cercanas a la Secretaria General de la Nación y hermana del presidente aseguran que la decisión de su subsecretaria, María Belén Agudiez, desató su enojo. Este escándalo, además, afecta la imagen de Karina, que considera a Agudiez una de las personas de mayor confianza.

Por su parte, Agudiez, quien antes había sido protagonista en las redes sociales y encargada de la flota de autos, ha sido severamente criticada por su gestión y su posible influencia en alejar a ciertas figuras libertarias del entorno de Javier. Estas supuestas acciones afectan la imagen del líder del movimiento, según expresan desde La Libertad Avanza.

Adorni, vocero presidencial, ya había ingresado a su hermano Francisco como asesor en el Ministerio de Defensa. Además, se ha revelado que el sueldo de Francisco Adorni supera los 2 millones de pesos.

Estas nuevas designaciones millonarias contrastan con la declaración gubernamental de «no hay plata», debilitando así la imagen y credibilidad de los dirigentes.