Un niño de cuatro años perdió la vida en una aparente mala praxis en el Sanatorio Juan XXIII de General Roca.

El menor había ingresado hace una semana al establecimiento para ser operado de una hernia y hoy, tras ser desconectado, se confirmó su fallecimiento por muerte cerebral.

Según el Ministerio Público Fiscal de General Roca, el niño fue admitido en el sanatorio el 11 de julio a las 8:50 horas y sometido a una cirugía por una hernia diafragmática. Sin embargo, tras la operación, sufrió muerte cerebral y hoy a las 15:30 horas fue desconectado del soporte vital.

La madre del niño presentó una denuncia, lo que dio intervención al fiscal de turno, Marcelo Ramos. En su poder, el fiscal cuenta con la historia clínica del menor, los registros del quirófano, así como los detalles del ingreso y egreso del niño. Estas evidencias serán cruciales para esclarecer los hechos ocurridos dentro del quirófano.

El cuerpo del niño se encuentra en la morgue de General Roca, donde se le realizará una autopsia. Desde el entorno familiar, apuntaron contra dos profesionales encargados de llevar adelante la operación del niño. 

Uno de ellos es quien se encargó de aplicar la anestesia durante la operación y quien podría enfrentar graves cargos si se confirma la negligencia.

«Valentín entró ese día al sanatorio caminando, riéndose más allá del miedo a las agujas, charlando con el 
paciente que compartía la habitación y con todo el entusiasmo de que el domingo estaría en su casa 
mirando la final de la copa América con su familia. Lo cual nunca pasó», expresó en un comunicado su familia.