Valentín es un niño roquense que  padece atrofia muscular espinal (AME) y necesita un medicamente sumamente costoso y específico llamado Spinraza, con el cual podría mejorar su calidad de vida. 

A principios de este año, el pequeño había podido comenzar con su tratamiento y ya recibió cuatro de las seis dosis que le correspondian. 

Pero a mitad de este año el panorama para él y su familia cambio y Valentín dejó de recibir el remedio, por lo que su tratamiento tuvo que ser puesto en una pausa que pareció eterna y que, principalmente, repercutió en el estado de salud del menor. 

Ante esta situación, la familia, en medio de un clima de miedo, nervios e incertidumbre, recurrió a la instancia legal mediante un amparo y no tuvo mayor opción que esperar a que las respuestas llegaran. 

Si bien dicha respuesta demoró más de lo que todos esperaban y deseaban, finalmente, en las últimas hora se supo que la Justicia resolvió que Salud deberá proveer de manera inmediata la medicación cuando sea requerida por la médica tratante y deberán dar cumplimiento a todos los requerimientos necesarios para garantizar el tratamiento.