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Clases: la pandemia no justifica todo

La pandemia justifica ciertas demoras en la toma de decisiones, pero no puede ser el salvoconducto para la modorra estatal preexistente al coronavirus.

Roca empieza su cuenta regresiva para el inicio del ciclo lectivo 2021 y en la ciudad persisten dudas importantes sobre las condiciones del sistema educativo.

Esa incertidumbre gira sobre tres ejes centrales: el estado de los edificios, la presencia efectiva de los docentes en sus puestos y los medios de transporte que estarán a disposición para los alumnos.

El primer punto pone en contradicción al gobierno provincial y la Unter. El Consejo Escolar presentó hace dos semanas un informe en el que aseguró que los 60 establecimientos de la ciudad estaban en un rango de aceptable a bueno para empezar. Sin embargo, el gremio docente expone una conclusión bastante más pesimista. Los murciélagos volando a sus anchas por los pasillos de la ESRN 1, el miércoles pasado, no contribuyeron a la imagen favorable que pretende asentar la cartera educativa.

Punto II: los docentes. Llega la última semana de febrero y todavía no se resolvió qué pasará con los alumnos de aquellos maestros dispensados por integrar grupos de riesgo. Un juego al límite del calendario, que exhibe improvisación o bien la decisión de estirar hasta último momento la mala noticia para esas familias, cuyos hijos deberán empezar el año en el mismo entorno virtual que cerraron el 2020.

El otro capítulo abierto es el salarial. Un tema recurrente, que sería parte del pasado si alguien se esforzara por hacer cumplir las normas vigentes.

Desde el 2009 existe en la provincia la Ley 4.469, que impone la realización de ese debate en el último trimestre de cada año, para que el 1 de enero ya esté marcada la hoja de ruta y se despeje cualquier amenaza de paro.

Para este 2021 no hay peligro de no inicio por la discusión salarial, porque en diciembre el gobierno impuso un esquema de aumentos escalonados para enero y febrero, llevando la paritaria a marzo, con las escuelas ya activas. No obstante, nada garantiza que la cuerda no se tense muy poco después de poner en marcha las clases, por ofertas lejanas a las pretensiones sindicales.

Finalmente, el transporte. En Roca la tradición de los últimos años fueron los contratos directos de Educación, justificados en la urgencia, como si no se supiera que para cada marzo debe tenerse aceitado el mecanismo. Hasta el viernes pasado nada indicaba que este ciclo será la excepción.

Lo preocupante es que, además de ese punto débil del sistema provincial, el período escolar asoma en Roca sin resolución para la concesión del servicio urbano municipal.

Mañana vence el contrato entre el gobierno local y KoKo, que alquiló las unidades para el esquema “de contingencia”. Desde el Ejecutivo respondieron ante una consulta de LA COMUNA que si la nueva cooperativa que aspira a la concesión no termina mañana los trámites legales previos, se renovará el vínculo con la empresa del grupo Vía Bariloche y se extenderá el servicio municipal.

Demasiados titubeos para decenas de familias que deben resolver con tranquilidad la forma más rápida, segura y económica para que sus hijos vayan a la escuela.

Por: Hugo Alonso [email protected]

(Gentileza lacomuna)

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