La “Asamblea 8M Fiske” y la «Campaña por la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres» son dos de los espacios organizadores que llevaron adelante los preparativos para la marcha del 8 de marzo. ¿Qué reivindicarán en este Día Internacional de la Mujer Trabajadora?

“En la asamblea confluimos muchas de las mujeres y disidencias que nos organizamos desde diversas experiencias. Nos reunimos para construir y debatir a partir de nuestras condiciones de estudiantes y trabajadoras”, expresó Anahí Gómez, integrante de la Asamblea 8M.

A cuatro años de su creación, este espacio construyó su identidad sentando bases transfeministas, anticapitalistas, antirracistas, anticlericales, anticolonialistas, no abolicionistas y pro trabajo sexual, según mencionaron sus referentes.

En sintonía, la Campaña por la Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres surgió a partir de una iniciativa del movimiento que integró el «Ni una menos», a nivel nacional en el 2015.

«Nace a partir del ‘Ni una menos’ en todo el país. Nos dimos que cuenta no alcanza con decir esa frase y fue por eso que comenzamos a exigir una ley que pueda cubrir esta necesidad y emergencia. Desde la campaña buscamos que se declare un presupuesto para combatir y erradicar la violencia contra las mujeres«, argumentó Lara Ferrini, integrante de la Campaña.

Según Ferrini, este espacio feminista se fortaleció en el 2020 y profundizó su lucha en contra de la violencia contra las mujeres, a partir de los datos estadísticos que bajaron en cuanto a los delitos como robos o asesinatos simples, mientras que los femicidios se fueron profundizando cada vez más.

A raíz de las bases y de los debates políticos que se realizaron en la antesala a esta jornada, pudieron fijar las reivindicaciones con las cuales convocaron la movilización que se desplegará mañana por la tarde, en Roca.

Las consignas que levantarán las mujeres y disidencias, se enmarcarán en contra del “ajuste”, al no acuerdo con el FMI y en contra de la violencia contra las mujeres.

A estas demandas, la Asamblea 8M también planteó una jornada de lucha que irá por el acceso a la salud mental, por una reforma judicial feminista y un real acceso a la justicia, en rechazo a la militarización de la Patagonia, a los proyectos extractivistas y hacia los discursos de odio.

Por su parte, la Campaña por la Emergencia reivindicará el rol de las promotoras territoriales y buscarán que se formalicen estos trabajos -desde lo económico-, argumentando el rol de contención social que practican las integrantes del espacio diariamente.

En la marcha, los espacios buscarán confluir y unificar los reclamos en lo que se propuso como una «multitudinaria» movilización, según expresaron las agrupaciones organizadoras.

“Constituimos un espacio autogestivo de militancia independiente. Toda persona que se quiera sumar, desde mujeres o disidencias, es asambleísta y tiene voz y voto. Lo que no buscamos es que el espacio tenga una representación partidaria”, profundizó Claudia Ramírez, otra de las integrantes de la Asamblea 8M.

Debido a que la participación en estos espacios feministas es voluntaria, el número de integrantes se modifica constantemente.

Ambos espacios han mantenido unas 20 personas aproximadamente, las cuales se fueron agrupando en la antesala de esta jornada, a fin de garantizar la seguridad, logística, intervenciones, prensa y el documento final.

Quienes integran la Campaña, se definen entre docentes, trabajadoras sociales, estudiantes secundarias y universitarias, amas de casa y trabajadoras de distintos sectores. También, en esta organización participan diversas agrupaciones sindicales, organizaciones barriales y populares.

Dentro de la agrupación, existen distintos roles como la difusión de información importante en redes, el acompañamiento a denunciantes y personas que se encargan de las colectas para buscar colaboraciones económicas y materiales para las víctimas

Además, el año pasado llevaron a cabo una Escuela Popular de Género, en la cual buscaban «formarse» en materia de perspectiva de género.

Mientras que, en la Asamblea 8 M, confluyeron muchas mujeres que participan de otros espacios y, también, muchas otras que no se encuentran organizadas. Para sus integrantes, este espacio de participación feminista buscó desligarse de representaciones partidarias.