El ingreso de Arturo, el perro rescatado que forma parte de la casa de Gran Hermano, ha causado una gran expectativa en los participantes. A pesar de los intentos de todos por acercarse al cachorro, es Martín «el Chino» Ku quien ha logrado establecer una mayor conexión con el animal.

Sin embargo, Constanza Romero, conocida como Coti, ha experimentado una situación completamente diferente al intentar acercarse a Arturo. A pesar de su deseo por establecer un vínculo con el perro, ha sido recibida con una actitud negativa por parte de él, lo que ha generado preocupación y un poco de miedo en la concursante.

Arturo, cuya historia comenzó con el rescate de los maltratos a los que estaba expuesto, ha encontrado en Gran Hermano su hogar temporal. Todos los participantes festejan cada una de sus acciones y buscan su atención, sin embargo, Coti ha tenido dificultades para que el perro le preste la misma atención que a los demás.

En un intento por acercarse a Arturo, Coti lo llamó y trató de llamar su atención chasqueando los dedos, pero el cachorro reaccionó con gruñidos y una actitud de alerta. Fue entonces cuando Coti se dio cuenta de que el perro mostraba una actitud negativa hacia ella y decidió tomar distancia por precaución.

A pesar de los consejos de Martín «el Chino» Ku, quien sugirió que Coti fuera quien le diera la comida a Arturo durante la noche para establecer un acercamiento, la participante se sintió un poco atemorizada y frustrada ante la persistencia de la negativa del perro.

Esta situación ha generado incógnitas y preocupaciones entre los participantes de Gran Hermano, que no logran comprender por qué Arturo evita a Coti y muestra rechazo hacia ella. Será cuestión de tiempo y paciencia para entender si esta relación logra cambiar y si el perro finalmente acepta a Coti como parte de su círculo de amigos en la casa más famosa del país.