Según lo que contó su hermano Cristian, el día 14 por la noche, Carlos se dirigió hacia Fernández Oro «para cobrar el dinero de un vehículo que había vendido, luego iría hacia Cipolletti y regresaría a Roca, pero desapareció».

«La última comunicación fue a las 23, estaba en Fernández Oro cargando nafta y ahí no se supo más nada; recibió una llamada a las 12 en el lugar donde desapareció. La pareja, junto a un amigo y abogado de mi hermano, radicaron la denuncia«, explicó en medios de su ciudad.

Carlos tiene cabello negro lacio largo hasta la cintura, barba entrecana, cutis trigueño y ojos marrones y es de contextura física media robusta. Y al momento de su desaparición se movilizaba en una camioneta Kangoo gris.

La Fiscalía se entrevistó con las últimas personas que lo vieron, analizaron cámaras de seguridad y pidieron informes a la empresa que gestiona la lectura de patentes en los puentes que unen las ciudades de Cipolletti y Neuquén. Pero todos los resultados fueron callejones sin salida. 

La única pista firme es la brindada por un informe de las empresas de telefonía celular que indicaron que la última comunicación del celular de Curraqueo fue captada por una celda de telefonía ubicada en Cipolletti.

Además, su hermano adelanto que se estarían realizando rastrillajes en la zona de la cordillera cerca de Bariloche. 

«Estamos con la esperanza y las ilusiones de encontrarlo vivo. Creemos que la búsqueda está estancada porque ya pasaron dos semanas. Se nos hace rara la búsqueda al no estar allá en persona o tener más ayuda», concluyó Cristian.