Hace dos décadas, la historia del deporte argentino se enriqueció con un capítulo que aún resuena en la memoria de los agentinos: la obtención de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 por la Selección argentina de básquet.

Este evento histórico fue celebrado con gran fervor en el Parque Roca de Buenos Aires, donde miles de fanáticos y figuras del baloncesto se reunieron para homenajear a los protagonistas de esa epopeya deportiva.

La noche fue un verdadero tributo al logro que ennobleció al básquet nacional. Con más de 15 mil espectadores presentes, los recuerdos y las emociones estuvieron presentes toda la noche. Eminentes veteranos del equipo, como Manu Ginóbili, Luis Scola y Andrés Nocioni, entre otros, se congregaron una vez más, brindando la ocasión perfecta para revivir aquellos gloriosos momentos desde una perspectiva contemporánea.

Jamas alcanzarán las palabras y las acciones para agradecer lo que hicieron

Generación Dorada por siempre 🇦🇷🥇♾️pic.twitter.com/jOCdVFRt4U

— Basquet Argentina (@BasketArgentina) November 3, 2024

El evento, que sobrepasó todas las expectativas, incluyó desarrollos deportivos y lúdicos diseñados para entretener y rememorar los éxitos del conjunto albiceleste. Un amistoso entre dos conjuntos de la selección nacional, luciendo indumentaria de colores blanco y azul, despertó la emoción del público.

Cómo fue el camino de la Selección argentina de básquet en Atenas 2004

Durante su participación en Atenas 2004, Argentina superó en la fase de grupos a Serbia y Montenegro, China y Nueva Zelanda, y enfrentó derrotas ajustadas contra España e Italia.

Sin embargo, en la ruta hacia la medalla de oro, el equipo argentino dejó su huella al vencer a Grecia en cuartos de final y al “Dream Team” de Estados Unidos en semifinales, antes de derrotar a Italia en la final el 28 de agosto de 2004.

El espectáculo también presentó dos mascotas: Rosco, de la Selección argentina, y Burnie, del Miami Heat, así como un torneo de triples y una recreación de la coronación en el podio de Atenas. La velada culminó con emotivas palabras de los protagonistas, quienes compartieron risas y lágrimas en un cierre cargado de nostalgia y orgullo.