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A 20 años de la tragedia del Ventana

A 20 años de la tragedia del Ventana
A 20 años de la tragedia del Ventana :

Por Susana Alegría

Hoy se cumplen 20 años de la tragedia del cerro Ventana en la que perdieron la vida nueve jóvenes estudiantes de la carrera de Educación Física con Orientación de Montaña. Tres estudiantes eran de Roca, Fabricio Vaccari; Gimena López; y Gimena Padín.

El Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB) organizó tres jornadas de homenaje, un acto encabezado por la rectora Beatriz Gentile y el decano del Centro, Marcelo Alonso. Habrá además una actividad con los alumnos de la escuela 329, que tuvo participación activa desde los primeros momentos del rescate y se colocarán flores en el Patio del recuerdo.

 

En la Pared Blanca de la universidad se descubrireron fotografías del concurso y se expusieron los trabajos ganadores finalizando con una recorrida por el nuevo gimnasio. Asimismo mañana a las 21 habrá un concierto en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi, a cargo del Quinteto de Vientos de la Fundación Cultura Patagonia y hoy a las 19, en la Sala de Prensa del Centro Cívico, la escritora Verónica Battaglia presenta su libro “Nadar para arriba”.

Victor Báez, exdecano del CRUB en el programa «Agenda» que se emite por El Cordillerano Radio (93.7) reflexionó acerca de lo sucedido hace 20 años. “Hoy pensaba que ese momento fue terrible porque había un desconcierto muy grande sobre lo que había pasado”.

“Todo el mundo corría y hubo una institución totalmente golpeada y conmocionada en sus cuestiones más profundas”, recordó.

 Báez tuvo la posibilidad de conducir el CRUB durante ocho años hasta el 2018. “Recuerdo que una de las cosas que teníamos como meta cuando comenzamos con la gestión en 2010 era tratar de recomponer en algo aunque sea mínimamente la situación que se produjo desde el 2002 hasta esa fecha”.

“Por supuesto que no podía devolver a la vida a los nueve estudiantes pero sí tratar de transformar en vida algo que fue tan trágico”.

 

Así fue que comenzaron a desarrollar actividades que lograron acercar al CRUB con los familiares de las víctimas.

 Padres, madres, amigos y excompañeros hacen cada año una caminata para dejar una ofrenda floral en el cerro Ventana, en el sector de la tragedia. “Es una manera de tenerlos presente y se siguen viviendo cosas movilizadoras increíbles”.

Hay un detalle conmovedor, Walter, el papá de Paolo Jesús Machello, realiza año tras año esa caminata vestido con la campera que utilizó su hijo aquel terrible día. “Es una señal que siempre tengo presente de las personas que tuvieron una pérdida tan grande como es la vida de un hijo”.

Báez dijo “estábamos obligados institucionalmente a mejorar y así se ha hecho, paso a paso el CRUB ha cambiado los protocolos de seguridad, mejoras en todas las carreras no solo en la de Educación Física”. Agregó “no nos podemos permitir que suceda algo como lo que vivimos”.

Hasta el 2010 este día se daba un asueto, pero a partir de entonces, se cambió por una suspensión de las actividades durante el acto. Con un feriado no iba nadie entonces los familiares estaban solos y lo que se pretendía hacer era rendir un homenaje donde sintieran el acompañamiento de la comunidad educativa.

Se produjo además el padrinazgo de la escuela 329, “todos los años están presentes en el acto con actividades, además se puso en marcha el Programa Pilar que tiene como objetivo fundamental el propiciar la interacción entre el CRUB y ellos”. Todo lo que se realiza es en pos de mantener activa la memoria. En esa escuela se instaló de inmediato una base de operaciones de la búsqueda “fueron más de 30 días muy complicados” recordó.

El hecho de sumar a los chicos de esa institución hace que cada celebración tome otro color. “Suele sorprenderme porque a veces en un acto donde estamos recordando una tragedia, sin perder el respeto ellos nos cantan La Gallina Turuleca”. Una cuota de ternura entre tanta tristeza. El CRUB por medio de ese padrinazgo aporta útiles escolares, instrumentos musicales y otras cuestiones que favorecen el dictado de las clases.

“Hoy en particular es importante porque en el marco de todo lo sucedido tenemos inaugurado el gimnasio, que era muy querido y pretendido por los alumnos de la carrera de Educación Física”. Mejoras que se fueron dando a partir de la revisión de todos los programas y necesidades de la institución.

Báez también participó de algunas jornadas del juicio posterior a la tragedia “uno busca culpables pero creo que en el fondo todos lo somos porque permitimos cosas que no debieron suceder en la institución”.

Agregó “hay veces que propiciamos y peleamos por acciones nuevas que tienen sentido, que van más allá de las cuestiones académicas y la verdad que pocas veces tenemos una valoración de la dimensión que pueda tener esa propuesta”.

“Ahí es donde uno se pregunta si se tomaron todos los recaudos y cuando pasan cosas como lo del Ventana la respuesta es que no”, señaló.

“La primera responsabilidad es de quien conduce al grupo, pero detrás están todos los que conformamos la universidad y somos los que en algún momento sentados en un Consejo Superior hemos levantado la mano aprobando una carrera o acción”, dijo.

Habló de Andrés Lamuniere, quien guiaba la salida del Ventana, “nadie puede dejar de pensar en la experiencia que tiene pero los errores son humanos, estamos siempre propensos a cometerlos y lamentablemente en ese momento sucedió”.

Los chicos no debieron haber estado en ese lugar, “es una situación muy compleja, hoy nos consuela quedarnos con estos acercamientos con los familiares”. Dijo “hubo mucho temor por esta intención, dar el paso de llamarlos al principio fue muy duro”.

Las circunstancias de la vida hicieron que fuera Báez quien hiciera esos primeros llamados para convocarlos a un acto. “No sabía con qué me podía encontrar, sin embargo fue con un respeto y un agradecimiento muy grande, hay padres que no han vuelto a la universidad pero solían mandarnos un correo electrónico”.

Báez dijo que jamás podría sentirse contento, pero sí conforme con las acciones que realizan como una manera de sanar la irreparable pérdida de los nueve estudiantes.

Los jóvenes que ya no están

En la tragedia ocurrida el 1°de setiembre de 2002, perdieron la vida Mario Sebastián Tapia; Antonio Humberto Díaz; Adrián Marcelo Mercado; Oscar Fabricio Vaccari; María Gimena López; Gimena Solange Padín; Roberto Arturo Montero; Martín Sebastián Lemos y Paolo Jesús Machello.

Gentileza anr

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