Los días cálidos y con buen tiempo invitan a un relajante paseo por la zona de nuestros ríos. Y si se alinean todas las condiciones, darse un buen chapuzón para refrescarse. Para otros puede ser la oportunidad de ir a remar, de realizar una mini salida de pesca o de hacer alguna competencia con amigos. Pero ojo: el río Negro, a la altura de Roca, está llevando casi el doble de caudal del que traía a principios de octubre.

El sistema ecológico que rodea al río, más que agradecido: el curso se limpia de malezas y otros residuos, vuelve a demarcar su línea de ribera, toda la vida que depende del agua va a tener una oportunidad única de multiplicarse. Hace 30 días, debido a la necesidad de cubrir la demanda de riego en el Valle Medio, el Negro llevaba entre 350/360 m3/seg, y era toda una novedad después de un invierno mínimo. Ahora, el panorama cambia nuevamente: durante toda esta semana, está previsto que transporte hasta 700 m3/seg.

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La situación ya había sido anticipada por la Autoridad de Cuencas, el organismo regulador del sistema de presas, que preparó un programa de mayor generación de las centrales hidroeléctricas para aportar a la demanda del Sistema Interconectado Nacional.

 

Un mayor caudal se traduce en una nueva dinámica del flujo de agua: primero, porque se vuelve más correntoso e imprevisible; surgen nuevas geografías a lo largo del curso; espacios que estaban secos hasta hace dos semanas, hoy pueden ser pozones peligrosos donde no se alcanza a hacer pie.

De allí la necesidad de tener mayor precaución a la hora de utilizar los distintos lugares que ofrece el río Negro para la recreación o el deporte.

Por otra parte, el medio ambiente respira con alivio: la autodepuración del río está en marcha.

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