El médico ginecólogo Francisco Méndez Peralta Ramos no podrá ejercer durante dos años y por el mismo tiempo tiene una pena de prisión en suspenso. La Justicia lo sentenció tras considerarlo culpable de tocamientos y de insinuaciones sexuales con su paciente s durante una consulta.

El hecho se registró en el Sanatorio Juan XXIII de Roca, donde el médico ejercía como ginecólogo. La paciente se presentó en noviembre de 2021 a una consulta y fue víctima de abuso sexual simple.

El médico además de la revisación habitual, le tocó sus genitales y le hizo varias insinuaciones sexuales que no contaron con el consentimiento de la víctima.

Luego del juicio, el pasado 3 de julio la Justicia lo consideró culpable y ahora se conoció la pena que deberá cumplir. Dos años de prisión en suspenso y la inhabilitación para ejercer la medicina. Además le impusieron la prohibición de acercamiento a la víctima.

En la sentencia, se valoró como agravantes «el daño causado a la víctima, las consecuencias que tuvo para ella en todos los ámbitos de su vida, con interrupción de su proyecto de vida, con padecimiento psíquico y emocional que mereció una respuesta psicológica y psiquiátrica, con indicación farmacológica dado la intensidad del mismo».

También «el aprovechamiento de la condición de médico-paciente que permitió el abuso sexual. La modalidad de la acción, por sorpresa, abusando de su situación de hecho que le asignaba una clara asimetría a su favor y el defraudar la confianza que le dispensaba la víctima».

El médico ginecólogo Francisco Méndez Peralta Ramos no podrá ejercer durante dos años y por el mismo tiempo tiene una pena de prisión en suspenso. La Justicia lo sentenció tras considerarlo culpable de tocamientos y de insinuaciones sexuales con su paciente s durante una consulta.

El hecho se registró en el Sanatorio Juan XXIII de Roca, donde el médico ejercía como ginecólogo. La paciente se presentó en noviembre de 2021 a una consulta y fue víctima de abuso sexual simple.

El médico además de la revisación habitual, le tocó sus genitales y le hizo varias insinuaciones sexuales que no contaron con el consentimiento de la víctima.

Luego del juicio, el pasado 3 de julio la Justicia lo consideró culpable y ahora se conoció la pena que deberá cumplir. Dos años de prisión en suspenso y la inhabilitación para ejercer la medicina. Además le impusieron la prohibición de acercamiento a la víctima.

En la sentencia, se valoró como agravantes «el daño causado a la víctima, las consecuencias que tuvo para ella en todos los ámbitos de su vida, con interrupción de su proyecto de vida, con padecimiento psíquico y emocional que mereció una respuesta psicológica y psiquiátrica, con indicación farmacológica dado la intensidad del mismo».

También «el aprovechamiento de la condición de médico-paciente que permitió el abuso sexual. La modalidad de la acción, por sorpresa, abusando de su situación de hecho que le asignaba una clara asimetría a su favor y el defraudar la confianza que le dispensaba la víctima».