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Abuso sexual a una adolescente: desesperado pedido de una madre para su hija en Roca

Abuso sexual a una adolescente: desesperado pedido de una madre para su hija en Roca

Esa noche golpearon tarde la puerta. Asustada, abrí y era la policía. Dijeron que mi hija había sido violada», contó Soledad, con la voz completamente quebrada. Por primera vez, la mujer habló sobre aquel 4 de abril de 2021, día en su hija de 15 años sufrió un abuso sexual ultrajante en manos de Juan Gabriel Sosa, un trabajador golondrina que la llevó a un descampado en Cervantes y la violentó a la madrugada.

Ante la sola idea de que el abusador de su hija quede libre, la mujer juntó todas sus fuerzas y salió a hacer pública la situación que están atravesando por estos días en los tribunales de Río Negro. 

La joven denunció y luego de un juicio abreviado parcial y un debate por la pena; el caso fue juzgado y tuvo su condena el 8 de julio pasado. Sin embargo ahora podría caerse si la jueza del Tribunal de Impugnación lo define. Sosa había sido condenado a cuatro años de prisión efectiva, pero su defensor particular apeló el fallo y ahora, la pena está en revisión. 

El abogado pidió que su cliente sea condenado a tres años de prisión condicional -en suspenso- por lo que, si la jueza María Rita Custet Llambí hace lugar a este planteo -también avalado por el Ministerio Público Fiscal- Sosa directamente no pisaría la cárcel. Ese es el temor que corre por las venas de la denunciante y su familia.

“Ella siempre quiso denunciar y que lo condenen”, contó Soledad en referencia a su hija, quien valoró su fortaleza y su temple para sobrellevar el abuso y posterior proceso judicial que estuvo lleno de obstáculos, hoy a sus 17 años. 

Se trata de una familia en situación de vulnerabilidad social y económica. El daño psicológico permanece y transita episodios de crisis. Si bien está muy afectada por el hecho, también está muy pendiente de la causa. 

“Antes del juicio cayó internada por un ataque de histeria”, lanzó la mujer y contó que día a día es doloroso vivir bajo prejuicios e ideas estigmatizantes para su hija, sumado a las secuelas de salud y psicológicas que atraviesa.

“Por lo menos ahora ya no se corta”, reforzó Soledad y contó lo difícil que fue atravesar situaciones de autolesión y daño. Dijo que la asistencia del Estado fue escasa y que donde encontraron acompañamiento fue en organizaciones sociales y de mujeres, sobre todo con la atención de una psicóloga comunitaria que trabaja en barrio Nuevo con quien realiza significativos avances en el último tiempo. 

“Ella volvió a la escuela. También empezó teatro, ahí se desahoga, es un lugar donde poder gritar”, contó y pidió por favor a los jueces a cargo de dictar sentencia que sean justos. “Duele ver a tu hija así. Que miren las cámaras gesel, que se fijen lo que van a hacer”, lanzó la mujer y repitió que mientras ellas viven este infierno, “él goza de su libertad”.

“Yo lo que quiero es que por lo menos un año esté en la cárcel. Eso necesitamos”

Soledad, madre de la víctima

Tras acceder a información judicial sobre la última audiencia (01-09), RIO NEGRO pudo saber que el defensor del condenado, Federico Diorio, pidió que se revoque la pena efectiva y se la reemplace por tres de prisión en suspenso. 

Alegó sobre el fin “resocializador” de las penas y sobre las condiciones de “pobreza”, “ignorancia de perspectiva de género” de su defendido. Además,  sostuvo que de sostenerse esta pena, se haría extensiva a su esposa y sus hijas, por ser el único sostén de familia.

La fiscal Belén Calarco, por su parte, había pedido tres años de prisión en suspenso y cuatro años de reglas de conducta con formación en perspectiva de género. Para la fiscal, esta es la pena mínima considerando que no tenía antecedentes, que admitió su responsabilidad en un juicio abreviado, que expresó “arrepentimiento” entre otros factores. 

La querella, a cargo de Pamela Rodríguez, se opuso y pidió que se confirme la prisión efectiva alegando que el fallo de los jueces de Roca tuvo “perspectiva de género e interés superior de niños, niñas y adolescentes”. 

Ahora el tribunal tiene 20 días para resolver desde la última audiencia, es decir que en los próximos quince días deberán definir si mantienen la condena de prisión efectiva o bien si revocan la sentencia y dan prisión en suspenso al abusador.

“No me siento protegida por la justicia, mi hija tampoco”


Las críticas fueron varias al proceso judicial desde su inicio. Soledad dijo que no se sintió representada por la fiscal porque “no nos hicieron parte” y porque apoyó una pena de prisión en suspenso. “Este juicio está arreglado. La sentencia no dice las cosas como fueron”, se quejó.

La abogada querellante, Pamela Rodríguez, dialogó con RIO NEGRO y informó que desde el inicio, la madre de la víctima se opuso con “mucha fuerza” al juicio abreviado al que querían llegar la fiscalía y la defensa y lo hizo en soledad, antes de tener representación legal.

En ese momento, el juez dispuso que la madre de la víctima podía constituirse en querellante y le otorgaron un plazo de diez días para hacerlo. Ahí fue cuando la letrada comenzó a asistirlas. Allí, consiguieron parte de su cometido que fue poder debatir la pena en un juicio de cesura y no avalar el acuerdo en forma total.

El caso


Sosa cometió el abuso en una obra en construcción ubicada en calles Belgrano y Alberdi de Cervantes, adonde llevó a la víctima contra su voluntad. El hecho ocurrió pasada la 1.30 de la madrugada, el 4 de abril de 2021.

Luego de un juicio abreviado en julio de este año, el imputado fue hallado culpable del delito de abuso sexual agravado por el aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima. Hubo acuerdo entre las partes y se desarrolló el proceso abreviado pero luego se litigó la pena.

Por el caso, hubo movilizaciones sociales y de organizaciones de mujeres a la Ciudad Judicial encabezadas por la Campaña en Emergencia en Violencia contra las Mujeres.

(Gentileza lacomuna)

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