Por una mayor demanda de energía eléctrica se deberá aumentar la erogación de agua en las centrales hidroeléctricas del Comahue, se incrementarán los caudales de los ríos Limay y Negro.

Esa medida repercutirá directamente en los cursos de agua, lo que obliga a tomar recaudos por parte de la gente que asiste a los balnearios y costas agrestes para pasar el calor.

Es así, como se informó, que se producen modificaciones en las direcciones, la formación de remolinos y muchas veces, la dificultad de hacer pie aún en zonas próximas a la orilla.
Para quienes suelen concurrir a los balnearios ubicados sobre el río Limay: el caudal se incrementará durante la jornada en un 15 %, pasando de los 700 m/segundo, a 800 m3/segundo. Esta situación se producirá aguas abajo del dique compensador de Arroyito e impactará sobre los centros recreativos ubicados en Senillosa, Plottier y Neuquén.
Esa suba de caudal impactará sobre el río Negro con un aumento del 10 %: pasará de 1.100 a 1.210 m3/segundo y se advertirá sobre todo el curso, desde la Confluencia – aquí en Cipolletti -, hasta su desembocadura en Viedma – Patagones.

También tendrán que estar atentos a estas fluctuaciones los amantes de los deportes náuticos, desde los kayakistas – que cada día son más -, a los que gustan de realizar alguna práctica pesquera en zonas alejadas. Tener cuidado a la hora de ingresar al agua.
Por otra parte, el organismo regional informó que, para los próximos días, se espera que continúe el alerta por la presencia de algas tóxicas en el embalse Ramos Mexía, lo que afectará al lago del Villa El Chocón. Señalaron que se esperan días con «niveles de alerta medios a altos».

A principios de enero, tras la floración de las algas registradas en los lagos de la región, el Ministerio de Salud advirtió a la población que extreme los cuidados y evite la exposición en las zonas de aguas afectadas por las algas. La exposición a las cianobacterias suele ocurrir por la ingesta de aguas en áreas recreativas, además de la inhalación de los aerosoles que desprenden estas aguas y por contacto cutáneo-mucoso.
 

Por una mayor demanda de energía eléctrica se deberá aumentar la erogación de agua en las centrales hidroeléctricas del Comahue, se incrementarán los caudales de los ríos Limay y Negro.

Esa medida repercutirá directamente en los cursos de agua, lo que obliga a tomar recaudos por parte de la gente que asiste a los balnearios y costas agrestes para pasar el calor.

Es así, como se informó, que se producen modificaciones en las direcciones, la formación de remolinos y muchas veces, la dificultad de hacer pie aún en zonas próximas a la orilla.
Para quienes suelen concurrir a los balnearios ubicados sobre el río Limay: el caudal se incrementará durante la jornada en un 15 %, pasando de los 700 m/segundo, a 800 m3/segundo. Esta situación se producirá aguas abajo del dique compensador de Arroyito e impactará sobre los centros recreativos ubicados en Senillosa, Plottier y Neuquén.
Esa suba de caudal impactará sobre el río Negro con un aumento del 10 %: pasará de 1.100 a 1.210 m3/segundo y se advertirá sobre todo el curso, desde la Confluencia – aquí en Cipolletti -, hasta su desembocadura en Viedma – Patagones.

También tendrán que estar atentos a estas fluctuaciones los amantes de los deportes náuticos, desde los kayakistas – que cada día son más -, a los que gustan de realizar alguna práctica pesquera en zonas alejadas. Tener cuidado a la hora de ingresar al agua.
Por otra parte, el organismo regional informó que, para los próximos días, se espera que continúe el alerta por la presencia de algas tóxicas en el embalse Ramos Mexía, lo que afectará al lago del Villa El Chocón. Señalaron que se esperan días con «niveles de alerta medios a altos».

A principios de enero, tras la floración de las algas registradas en los lagos de la región, el Ministerio de Salud advirtió a la población que extreme los cuidados y evite la exposición en las zonas de aguas afectadas por las algas. La exposición a las cianobacterias suele ocurrir por la ingesta de aguas en áreas recreativas, además de la inhalación de los aerosoles que desprenden estas aguas y por contacto cutáneo-mucoso.