A pesar de que la tasa de desempleo en Argentina ha registrado un descenso en el tercer trimestre del 2023, alcanzando su punto más bajo en los últimos cinco años con un 5,4%, la realidad del mercado laboral presenta una paradoja preocupante. Alrededor de 4 millones de personas continúan en búsqueda activa de empleo en el país, revelando una demanda laboral persistente y desafiante.

Los datos arrojados por la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC revelan que, de los 4 millones de personas en búsqueda laboral, cerca de 3 millones se encontraban ocupadas pero persiguen activamente nuevas oportunidades. Este fenómeno sugiere que muchas personas buscan empleo no solo para mejorar sus ingresos, sino también para encontrar una oportunidad laboral más acorde a sus necesidades profesionales.

Si bien la tasa de desempleo puede considerarse relativamente baja, el aumento en la demanda de trabajo refleja una realidad más compleja. La tasa de actividad laboral ha aumentado, alcanzando el 48,6%, lo que indica que un mayor número de personas está buscando activamente empleo. Además, se ha observado un ligero incremento en la proporción de trabajadores ocupados que buscan una segunda fuente de empleo.

Estos datos revelan que, aunque muchas personas se encuentren ocupadas, existe un grupo considerable que enfrenta dificultades para encontrar un trabajo adecuado o para obtener ingresos suficientes a través de un empleo único. Dentro de este grupo, aproximadamente 1.367.000 se clasifican como subocupados, es decir, trabajan menos de 35 horas semanales.

Una de las principales razones que impulsan esta búsqueda activa de empleo entre aquellos que ya tienen un trabajo es la insuficiencia salarial. El incremento de los costos de vida y la persistente inflación han afectado el poder adquisitivo de muchos trabajadores, quienes se ven en la necesidad de buscar oportunidades adicionales para complementar sus ingresos. Además, la incertidumbre económica y la posibilidad de una reducción del personal en las empresas generan un clima de inestabilidad laboral que motiva a los empleados a buscar nuevas oportunidades.

Frente a esta realidad, se hace necesario reevaluar los esquemas laborales y las políticas de compensación y beneficios de las empresas. Es esencial diseñar soluciones integrales que aborden tanto las causas estructurales de la precariedad laboral como las necesidades inmediatas de quienes buscan empleo. Se puede introducir flexibilidad en las tareas, horarios y recompensas laborales, en búsqueda de aliviar el contexto actual. Asimismo, es fundamental mantener una comunicación clara y abierta entre empleadores y empleados, mostrando compromiso y transparencia.