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Asesinato del comerciante roquense: una condena a 12 años que no dejó conforme a nadie

Asesinato del comerciante roquense: una condena a 12 años que no dejó conforme a nadie

Luego de un juicio abreviado, durante el cual el imputado Luis Jiménez aceptó haber disparado y asesinado al comerciante roquense Carlos Curruqueo, la justicia lo condenó a 12 años de prisión. Una definición que no dejó conforme a ninguna de las partes. La querella, que activa Leonel Herrera, insistirá con una pena de 33 años. La defensa, a cargo de Michel Rischmann, en cambio, quiere una pena mínima por homicidio simple de ocho años.

La situación se resolverá en el Tribunal de Impugnación: el miércoles 28 de junio, a las 9.30. En un primer momento, la fiscalía había asegurado que pediría un jurado popular para la causa. Esto significaba que pretendía solicitar una pena mayor a los 13 años. Sin embargo, después acordó con la defensa la realización de un “juicio abreviado”, en el que el imputado acepta los cargos y se evita todo el trámite de la presentación de testigos y pruebas. Eso, a cambio de llegar a una condena más baja.

La definición del juez no dejó conformes a las partes. La querella hace hincapié en las causas particulares de la causa: en octubre de 2021, Curruqueo viajó desde Roca al domicilio de Jiménez, en el sector chacras de María Elvira – entre Cipolletti y Fernández Oro -, para cobrar una antigua deuda por una camioneta. En concreto, le reclamaba dos millones de pesos.

Según la presentación de fiscalía y querella, el imputado le pidió que fuera después de las 22.30, pero en cuanto bajó de su utilitario le descerrajó cuatro tiros en la cabeza. Luego, colocó el cadáver en el vehículo y lo enterró en una chacra lindera. Para las familias, configura un crimen agravado, cometido con alevosía, y con la intención de hacer desaparecer el cuerpo para que no quedaran pistas.

De hecho, las primeras averiguaciones de la fiscalía tuvieron que ver con la búsqueda de paradero: a las policías de todo el país (especialmente en La Pampa, donde tenía familiares); y con la Aduana, para ver si se había registrado algún viaje al exterior. En todos los casos dieron resultados negativos.

Por el contrario, el defensor entiende que la acusación no pudo demostrar ninguna de las hipótesis sobre premeditación y alevosía; no trajo pruebas concluyentes sobre la “supuesta relación de amistad” que los unía, y que no se valoró lo suficiente la aceptación de culpabilidad que hizo Jiménez.

Mientras tanto, Jiménez se mantiene en un régimen de prisión domiciliaria: la justicia entendió que podía permanecer al cuidado de sus padres, dos personas mayores que se encuentran afectados por una enfermedad terminal.

En dos semanas, un Tribunal de Impugnación deberá definir la controversia.

En resumen:


Gentileza anr
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