El aumento de los hechos delictivos y la falta de respuesta del Gobierno Provincial, mantienen en vilo a la comunidad.

La ola de robos no se detiene y la falta de recursos en las comisarías está cada vez más expuesto. La falta de elementos básicos y la poca preparación del personal, dificultan la tarea.

El panorama se repite en toda la provincia: entraderas a domicilios, robos de vehículos, asaltos en las calles (a plena luz del día, en el centro y en los barrios), robos en obras en construcción, en empresas y locales comerciales, son los más denunciados.

La inseguridad crece a pesar de las estadísticas que difunde el Ministerio de Seguridad. Incluso, la ministra Betiana Minor defendió su gestión y aseguró que “estamos mejor que en 2019”.

Desde la propia Policía le respondieron que “hay menos hechos delictivos, porque la gente ya no hace la denuncia. Saben que no tiene sentido denunciar”. Según el Excel de la ministra, en 2022 hubo menos delitos que hace cuatro años.

Los vecinos de Viedma, General Roca, Cipolletti, Fernández Oro y Villa Regina, se cansaron y salieron a la calle a pedir seguridad. “Esto es tierra de nadie. La ministra se quita la responsabilidad y le echa la culpa a los municipios”, dicen. Las comisarías no tienen patrulleros o están rotos. 

 

 

En algunos barrios, la gente se organiza y junta dinero para poder arreglar los patrulleros que la Policía no puede reparar. Pasó en Cipolletti y Viedma.

«Intentos de homicidios a sangre fría, o disparos a mansalva a cualquier hora del día son algunas de los postales con que nos encontramos a diario. Pero para quienes deberían prevenir o controlar todo lo tienen naturalizado y en el medio los vecinos y vecinas desprotegidos”, expresó el titular de la Fundación Apostemos a la Vida, Leandro Martínez.

Por ahora, la única respuesta del Gobierno fueron anuncios de más personal y aperturas de licitaciones para comprar vehículos.