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Barones de la Fruta: la fiscalía avanzó con los dudosos negocios de la empresa de Juan Lescano

Barones de la Fruta: la fiscalía avanzó con los dudosos negocios de la empresa de Juan Lescano

En la tercera jornada del juicio que se le sigue a seis personas que formaron parte del círculo íntimo de Rubén López, el fallecido dirigente del Sindicato de la Fruta y de la Obra Social del gremio, el Ministerio Público Fiscal apuntó nuevamente a la empresa JLK, la firma que pertenecía a Juan Lescano, uno de los imputados en la causa por lavado de activos.

Cabe recordar que además de Lescano, también están vinculados al proceso su actual pareja Karina Neyroud; la exesposa del fallecido Rubén López, Silvia Weisser; Alejandro Lescano (hijo de Juan); Karol Daiana López (hija de Rubén López y de Weisser) y el contador Gustavo Buceta, quienes siguieron atentamente la nueva jornada del proceso a cargo del juez unipersonal Alejandro Silva.

Tal vez el testimonio más importante estuvo centrado en Gustavo Ferreira, quien fue uno de los contadores de la DGI que tuvo que investigar los movimientos de la firma JLK en el año 2015. En uno de los testimonios que más tiempo demandó durante la jornada, el contador que había llegado desde San Carlos de Bariloche confirmó lo que ya se había determinado en otra causa (por defraudación) que a la empresa ingresaba más dinero del que salía.

Para el Ministerio Público Fiscal, el testimonio resultó fundamental para confirmar cómo hacía la firma que lideraba Lescano para «blanquear» las sumas de dinero que iban retirando desde las cuentas oficiales del Sindicato de la Fruta y de la Obra Social.

Para la defensa «no se probó nada». «Sólo indica que hubo una evasión, una defraudación, un delito que ya se juzgó. Hasta el momento no hemos visto nada de lavado de activos», dijo Carlos Fernández, quien es el abogado de Juan Lescano, de su hijo Alejandro, y de la pareja de Juan, Karina Neyroud.

El contador Ferreira puso al descubierto varias de las operaciones que había investigado desde el 2013 en adelante donde se generaban facturaciones apócrifas principalmente con empresas vinculadas a la actividad frutícola. Alquileres de galpones o plantas frigoríficas por cifras sumamente elevadas que no se correspondían con las facturas pagadas.

Ligado a la empresa de Lescano estaba el contador Gustavo Daniel Buceta (de la empresa GDB) quien en reiteradas oportunidades apareció como el «socio» de Lescano y uno de los hombres que tenía a su cargo abrir y cerrar los acuerdos con empresarios vinculados a la fruta. «Había muchas inconsistencias por la detección de proveedores apócrifos», dijo en un momento de su exposición el contador de Bariloche.

Frente al juez Silva también pasaron varios empresarios frutícolas de Cinco Saltos, Cipoletti y Allen, quienes brindaron detalles de los convenios que tenían con la empresa JKL de Juan Lescano.

Se aguardaba que la audiencia finalice pasadas las 16 horas ya que había más testigos en lista de espera.

La cuarta jornada continuará el próximo jueves con la declaración de más testigos propuestos por la defensa de los imputados.

El hecho

Durante tres años el ahora exfiscal Alejandro Moldes (jubilado), analizó los movimientos de los activos de los involucrados, y llegó a la conclusión de que tanto López como Lescano, manejaron “de manera fraudulenta” los fondos no sólo del Sindicato de la Fruta sino también la Obra Social de los trabajadores.

Las maniobras consistían -según la Fiscalía- que desde esas entidades se habrían transferido cifras millonarias, para comprar vehículos y generar un movimiento inmobiliario que después regresaba en forma de donación a los allegados del sindicalista, a través de firmas fantasmas.

La investigación que llevó adelante Moldes incluyó los informes de la Procuraduría de Criminalidad Económica y lavado de Activos de la Procuración General de la Nación (Procelac).
Allí se determinó que, desde el año 2006, López y Lescano realizaron en forma “organizada” distintas operaciones al haber puesto en el mercado bienes a partir de distintos hechos ilícitos.

Los dirigentes manejaron de manera irregular los fondos de las dos instituciones con las cuales se lograron beneficios económicos millonarios. Para ello, se valieron de las firmas JLK S.R.L. Ohana S.A, y KAV Servicios S.R.L. y del salón de eventos La Ponderosa, para lavar esos fondos. También se hicieron de bienes muebles e inmuebles que luego fueron transferidos en forma de “donación” a los activos de los familiares de López y Lescano.

“Los imputados no solo han actuado sobre la base de una decisión común y de manera conjunta, sino que además conformaron una estructura criminal que operó con habitualidad y cuyo destino precisamente consistió en la comisión continuada de hechos ilícitos de lavado de dinero”, explicó el fiscal en un momento de la investigación.

A todos ellos se les atribuye el delito de “lavado de activos, agravado por ser realizado por una asociación formada para la comisión continuada de hechos de esa naturaleza, previstos en los arts. 303 inc. 1 y 2 “a” del C.P”, que prevé una condena que va desde los tres a los 10 años de prisión.

Para la investigación, resultó determinante el informa publicado por Río Negro, Los Barones de la Fruta, donde los periodistas Ítalo Pisani y Diego Von Sprecher, realizaron una minuciosa investigación sobre los movimientos económicos de los dos principales referentes del Sindicato de la Fruta y de la Obra Social.

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(Gentileza lacomuna)

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