Alrededor de las 8.35 se dió inicio a la audiencia, que estuvo precedida por la jueza técnica, Verónica Rodríguez. No se contó con la presencia física de Acuña, que estuvo conectado vía Zoom, debido a que no fue trasladado desde Viedma. 

Luego de que Acuña desistiera de los testimonios de su hermana y su madre, la Fiscalía, a cargo de María Teresa y la fiscal Adjunto Laura Olea, presentó una prueba informativa en donde se determinó que el imputado no registra antecedentes en la repartición nacional. Posteriormente, se recordó que Acuña fue declarado culpable por un jurado popular y solicitó la pena de prisión perpetúa más los accesorios legales del art. 12: «Es una pena justa porque se acreditó el grado de violencia del hecho, teniendo en cuenta la situación de vulnerabilidad de la víctima. Nada devuelve a Marisa, pero es conforme a derecho y lo que establece el código».

Por su parte, el abogado defensor Daniel Vergez, no negó la responsabilidad de Acuña y aceptó la pena de prisión perpetua dispuesta por la fiscalía, aunque remarcó que se “tendría que haber aplicado los protocolos”, correspondientes en el proceso. 

Ahora, aunque la defensa puede apelar el pedido de la fiscalía, la Justicia citó al 25 de octubre para dictar la sentencia.