La Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas comenzó a efectivizar el “operativo ahorro” de agua y el río Negro ya está mostrando las consecuencias. La reducción de caudales se advierte a simple vista y se espera que continúe así hasta el viernes, cuando llevará al mínimo programado para esta etapa. Estará transportando unos 220 m3/segundo, casi la mitad de lo que llevaba hace una semana.

La decisión se adoptó a partir del déficit histórico en los aportes a los ríos en la alta cuenca, en la región cordillerana y a la prolongada sequía que vive toda la cuenca, que ya lleva 14 años. Esto motivó una continua bajante de los embalses y la proximidad de una situación crítica hizo que el organismo regulador reforzara la “emergencia hídrica”.

Las últimas precipitaciones ocurridas en la zona cordillerana no alcanzaban para modificar el panorama y todavía no era claro el pronóstico de mediano plazo. Aguas arriba del complejo Portezuelo Grande, el Neuquén trae un caudal de 30 m3/segundo. El Limay, (sumando el caudal de su afluente, Collón Cura), aporta unos 90 m3. El manejo restrictivo de las aguas que decidió implementar la AIC busca preservar en parte el escaso nivel de los embalses.

Durante toda esta semana el nivel de los ríos irá descendiendo paulatinamente y el viernes el río Negro a su paso por General Roca, estará transportando 220 m3/segundo. La situación se irá evaluando diariamente, pero si no cambia el ritmo de precipitaciones se mantendrá al menos durante mayo, junio y julio. “La idea es guardar el máximo de agua para la próxima temporada estival”, explicaron desde la AIC.