Un gigantesco embotellamiento se produce desde esta mañana sobre las rutas nacionales 22 y 151, por una protesta de los trabajadores de la firma Pollolín, afectada por un brote de gripe aviar en uno de sus establecimientos de cría. En la granja que posee en Mainqué, el grupo debió sacrificar 640.000 aves afectadas por esta enfermedad.

Ante esta situación, la empresa presentó un de “preventivo de crisis” ante el ministerio de Trabajo de la Nación, recurso que encendió la alarma entre los sindicatos que participan de la vida laboral de la institución. “Es la puerta de entrada para suspensiones y despidos”, remarcó Julio Mora, secretario gremial del gremio de la Industria de la Alimentación de Río Negro.

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La interrupción se realizó sobre la ruta 22, en la rotonda de acceso a los puentes carreteros; y en la entrada al tercer puente. En la 22, más de tres kilómetros de fila de vehículos particulares, camiones y colectivos de media y larga distancia se veían impedidos de circular con normalidad. Algo similar se observa sobre la ruta 151.  Los trabajadores liberan el tránsito cada 15 minutos

En la zona del tercer puente, sobre la Autovía Norte, un automovilista atropelló a uno de los manifestantes cuando le estaban dando paso. “Por suerte está bien, está conciente aunque con un fuerte dolor en la pierna izquierda. Fue traslado al Hospital”, informaron desde el lugar.

En tanto, la empresa informó oficialmente que perdió el 30 % de la capacidad de producción, lo que impacta directamente sobre sus ingresos. “Con mucho esfuerzo logramos pagar el 75 % de los sueldos de todo el personal; nos está faltando el 25 % restante que esperamos abonar entre la semana que viene y la próxima”, explicó uno de sus titulares, Fabián Maionchi.

Para Mora, esta deuda – que representa unos 50.000 millones de pesos -, son apenas “la punta del iceberg”. Lo que realmente les preocupa y por lo que salieron a visibilizar la situación es el preventivo de crisis. “Ya tuvimos una reunión en el ministerio de Trabajo de Nación, que pasó a cuarto intermedio hasta el viernes”, explicó.

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El dirigente sindical precisó que están tratando de visibilizar el conflicto porque “no está apareciendo el Estado. Se prometió ayuda, pero todavía no se ha concretado”. Y explicó que “son 1.190 trabajadores que sienten temor por sus puestos de trabajo y el alimento para sus familias. Hay mucha incertidumbre, hay preocupación”.

También apuntó que con el sindicato y la Federación “estuvimos golpeando todas las puertas para avisar cómo está la situación, qué podía suceder. Lo sabían en Nación, lo sabían en provincia. Ahora esperemos que se apuren”.