Los alrededores de la sede de Tribunales en Cipolletti aparecieron empapelados con unos carteles reclamando que la causa por el homicidio de Facundo Castillo sea considerada “un accidente” y exhortan a los fiscales para que “actúen a derecho”. Por este hecho, desde diciembre permanece detenido el roquense Ramiro Gutiérrez.

El incidente se produjo a la salida de una fiesta en el espacio “La Finca”, ubicado sobre la calle Julio Salto de Cipolletti, a las 7 de la mañana del 19 de diciembre pasado. La actividad había terminado y los asistentes ya se estaban retirando. Cuando caminaban en dirección a la ruta 22, el grupo que integraba Facundo fue embestido por la camioneta BMW que manejaba Gutiérrez. Cinco de ellos alcanzaron a arrojarse a un costado, menos Castillo.

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De acuerdo a la acusación fiscal, después de esa acción dio marcha atrás para volverlo a atropellar y luego emprender la huida con rumbo desconocido.  El muchacho sufrió múltiples fracturas de costillas, neumotórax, lesiones internas y fracturas en sus piernas. Murió nueve horas después, a las 16 hs. El “Gitano” Castillo fue detenido días después, luego de intensas negociaciones con su familia.

Desde un primer momento, la defensa de Ramiro Gutiérrez apuntó a presentar un accidente: “después de una pelea que se dio en el interior, se subieron a la camioneta y trataron de marcharse. Cuando dieron marcha atrás, atropellaron a Facundo” fue el argumento.

Sin embargo, hasta el momento los defensores Martín Segovia y Carlos Vila no pudieron aportar más que sus propias interpretaciones. De hecho, el mes pasado la justicia aprobó agravar la imputación que pesa sobre “El Gitano”: un homicidio y cinco intentos de homicidio. También se le amplió la prisión preventiva que está cumpliendo en el penal de Viedma por cuatro meses.

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Los carteles que aparecieron en las calles laterales y en el frente mismo de los Tribunales reclaman: “Señores fiscales: actúen conforme a derecho. ¡Basta de ensañamiento de la fiscalía y complicidad de los medios! Digan la verdad, fue un accidente”.

No llevan firma alguna, pero todos lo atribuyen a los amigos y familiares de Ramiro.