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Caso Gatti: sabía lo que bajaba y lo compartía

Caso Gatti: sabía lo que bajaba y lo compartía

En la segunda jornada del juicio contra el periodista Emiliano Gatti, por tenencia y distribución de imágenes y videos de abuso sexual infantil, los peritos que declararon dejaron en claro cómo era la maniobra y que sabía perfectamente lo que descargaba, además de seleccionar que archivos compartía a través del vetusto programa e-Mule, el mismo que se usaba a principios del 2000 para descargar música.

El primer testigo en declarar fue un ingeniero del área informática de la Oficina de Investigación de Telecomunicaciones (OITEL) del Ministerio Público rionegrino. El experto analizó el informe de la organización internacional que elaboró el alerta que llegó a nuestro país y desde la fiscalía especializada en Buenos Aires dirigida a la Justicia de Río Negro, allí se detallaban los videos descargados y reproducidos desde una dirección IP.

Los informes de la compañía Fibertel permitieron saber la dirección postal de esa conexión de internet y conocer quién era el titular del servicio. El perito detalló que los videos y fotos se distribuyen a través de programas como e-Mule o Ares, que tienen la particularidad de permitir el intercambio entre redes P2P, descentralizadas y los archivos no se alojan en ningún servidor central, sino que son los propios usuarios son los responsables de pornerlos a disposición de quienes buscan ese tipo de material.

También explicó que desde la IP de Gatti se descargó material con contenido de abuso sexual infantil de manera intencional. Si bien el material circula en internet y puede aparecer en una búsqueda de otra temática, el ex conductor del canal de televisión provincial lo hizo de manera específica y luego las descargas fueron archivadas en diferentes discos rígidos.

El segundo testimonio estuvo a cargo del Jefe del Laboratorio de Informática Forense, que brindó detalles específicos de las búsquedas, descargas y forma de archivarlos. En principio, destacó que se encontraron 50 videos en el CPU  secuestrado y 9 que figuraban en proceso de descarga en la «mula», como le lleman en la jerga.

Si bien en un primer momento se pensó que había más, cuando comenzó el análisis determinaron que eran los mismos archivos que tenían copias de resguardo en el disco rígido del CPU, en otro disco con la denominación Emiliano y en un pendrive. Entre los datos recolectados, los peritos también pudieron detectar el momento en que se descargó y se instaló el programa e-Mule para poder realizar el tráfico de material de abuso sexual infantil.

La parte más dura de la delcaración fue cuando los expertos explicaron que detectaron palabras clave como método de búsqueda para poder acceder en la red a este tipo de material, como bebé, violación, pedofilia, incesto, pañal, cuevita, sexo duro adolescente o amante niño. Estos términos también se los pudo acompañar con la edad de los protagonistas para que sea más determinada de acuerdo a los intereses del usuario. En este caso se detectó 1, 2 y 3 años.

También se especificó que luego de descargar los archivos, quedaban archivados. Y para que no se pierdan, borren o que alguien acceda de manera intencional, se había realizado una cópia de seguridad como respaldo el 12 de julio de 2022, durante el proceso de búsqueda informado por el alerta internacional, y cuatro meses antes del allanamiento.

Una buena para el periodista, aunque nada se puede considerar de esa manera si se tiene en cuenta el delito del que se lo acusa, es que fue descartado que sea Gatti el que haya producido los videos o las fotografías. Uno de los peritos aclaró que cada uno de los archivos hallados ya se encontraban en las bases de datos de la organización internacional que emitió el alerta y que hace tiempo que circulan en las redes. 

El juicio continuará mañana, pero en esa audiencia no estará permitida la presencia del público ni de la prensa, porque se exibirán los videos de abuso sexual que tienen como protagonista a niños menores de edad, muchos de esos bebés de menos de 3 años.

 

En resumen:
Resumen en español del contenido en 100 palabras

En la segunda jornada del juicio contra el periodista Emiliano Gatti, por tenencia y distribución de imágenes y videos de abuso sexual infantil, los peritos que declararon dejaron en claro cómo era la maniobra y que sabía perfectamente lo que descargaba, además de seleccionar que archivos compartía a través del vetusto programa e-Mule, el mismo que se usaba a principios del 2000 para descargar música.

El primer testigo en declarar fue un ingeniero del área informática de la Oficina de Investigación de Telecomunicaciones (OITEL) del Ministerio Público rionegrino. El experto analizó el informe de la organización internacional que elaboró el alerta que llegó a nuestro país y desde la fiscalía especializada en Buenos Aires dirigida a la Justicia de Río Negro, allí se detallaban los videos descargados y reproducidos desde una dirección IP.

Los informes de la compañía Fibertel permitieron saber la dirección postal de esa conexión de internet y conocer quién era el titular del servicio. El perito detalló que los videos y fotos se distribuyen a través de programas como e-Mule o Ares, que tienen la particularidad de permitir el intercambio entre redes P2P, descentralizadas y los archivos no se alojan en ningún servidor central, sino que son los propios usuarios son los responsables de pornerlos a disposición de quienes buscan ese tipo de material.

También explicó que desde la IP de Gatti se descargó material con contenido de abuso sexual infantil de manera intencional. Si bien el material circula en internet y puede aparecer en una búsqueda de otra temática, el ex conductor del canal de televisión provincial lo hizo de manera específica y luego las descargas fueron archivadas en diferentes discos rígidos.

El segundo testimonio estuvo a cargo del Jefe del Laboratorio de Informática Forense, que brindó detalles específicos de las búsquedas, descargas y forma de archivarlos. En principio, destacó que se encontraron 50 videos en el CPU  secuestrado y 9 que figuraban en proceso de descarga en la «mula», como le lleman en la jerga.

Si bien en un primer momento se pensó que había más, cuando comenzó el análisis determinaron que eran los mismos archivos que tenían copias de resguardo en el disco rígido del CPU, en otro disco con la denominación Emiliano y en un pendrive. Entre los datos recolectados, los peritos también pudieron detectar el momento en que se descargó y se instaló el programa e-Mule para poder realizar el tráfico de material de abuso sexual infantil.

La parte más dura de la delcaración fue cuando los expertos explicaron que detectaron palabras clave como método de búsqueda para poder acceder en la red a este tipo de material, como bebé, violación, pedofilia, incesto, pañal, cuevita, sexo duro adolescente o amante niño. Estos términos también se los pudo acompañar con la edad de los protagonistas para que sea más determinada de acuerdo a los intereses del usuario. En este caso se detectó 1, 2 y 3 años.

También se especificó que luego de descargar los archivos, quedaban archivados. Y para que no se pierdan, borren o que alguien acceda de manera intencional, se había realizado una cópia de seguridad como respaldo el 12 de julio de 2022, durante el proceso de búsqueda informado por el alerta internacional, y cuatro meses antes del allanamiento.

Una buena para el periodista, aunque nada se puede considerar de esa manera si se tiene en cuenta el delito del que se lo acusa, es que fue descartado que sea Gatti el que haya producido los videos o las fotografías. Uno de los peritos aclaró que cada uno de los archivos hallados ya se encontraban en las bases de datos de la organización internacional que emitió el alerta y que hace tiempo que circulan en las redes. 

El juicio continuará mañana, pero en esa audiencia no estará permitida la presencia del público ni de la prensa, porque se exibirán los videos de abuso sexual que tienen como protagonista a niños menores de edad, muchos de esos bebés de menos de 3 años.

 


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