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Cierra una tienda que dejó huellas: «No se haga el oso, compré en El Coloso», que todos recuerdan

Luego de 88 años de una gran historia que lo convirtió en un epicentro de la ciudad, El Coloso cerrará sus puertas entre enero y febrero de 2025. Comenzó siendo un lugar parecido a un living de una casa, alquilado, con solo una ventana con dirección a la calle Tucumán, en ese momento de tierra y de doble mano. Con el paso del tiempo, logró convertirse en un espacio gigante, con patio detrás de las oficinas y un depósito.  

«El nombre «El Coloso» fue un capricho de mi abuelo, porque la idea de él era una frase que decía «El Coloso es colosal y no entra en su local», cuenta Mabel Szerman, dueña del histórico local.

El slogan «No se haga el oso y compre en el coloso» también fue creado por alguien de la familia: «Un primo que vino dijo: «El Coloso, no se haga el oso», y así empezamos a mover la frase, acomodarla y cantarla en un jingle que teníamos», recuerda la dueña.

 

un medio roquenseoca se acercó hasta el emblemático comercio de calle Tucumán, entre Italia y Begrano, y habló con Mabel.

«Yo estoy muy movilizada, las emociones están en un tobogán, en un subibaja, es muy fuerte todo lo que está pasando, no solo aplica a mí persona, sino también a la historia de Roca. Cada uno que entra al negocio, me cuenta una anécdota, que han venido con sus padres, que lo han traído sus abuelos, que cuando era chiquito venía a una calesita que había atras y jugaban, y que han trabajado acá», dijo.

«Siempre tuvimos mucho personal. Seguramente en cada familia hay alguien a quien conozcan que trabajó en El Coloso», agregó Mabel.

Sobre el cierre después de tantos años dedicados al comercio familiar, explicó: «Yo creo que hay que tomar decisiones en la vida, de eso se trata, de buscar estar lo mejor posible y no quisiera que la vida o las circunstancias tomen la decisión por mí. Yo no quiero dejar de venir un día porque esté enferma, no quiero eso. Yo quiero ser activamente protagonista del cierre del local».

«Pasaron muchas cosas, mi mamá que tiene 90 años me insiste. También pasó que llegó acá una persona interesada en alquilar el local y ese fue el empujoncito final. Creo que hay cosas en el universo, no sé, hay situaciones que te ayudan a tomar un camino. Cuando apareció esta persona que es de una empresa nacional muy importante, que no está en Roca todavía y tiene 20 sucursales en el país, dije esta es una señal, este es el momento». 

Rememorando grandes años y momentos que marcaron la historia de la familia, vinculados al comercio, contó que: «En el año 1966 inauguramos una parte de «El Coloso», que fue una refaccion que hizo mi papá, donde festejaron los treinta años del negocio. Mi abuelo estaba vivo todavía, que fue el fundador del negocio en el 1936, así que la tienda tiene 88 años y va tener 89 cuando cierre, porque estaré cerrando el primer mes o el segundo del 2025. Eso es en resumen lo que está pasando, que va a hacer un proceso».

«Yo nunca quise seguir con «El Coloso». En un momento vivía en Buenos, despues me casé y mi ex marido me dijo, «vayámonos a Roca que tu papá no quiere trabajar más». Mi papá tenía 60 años cuando decidió no trabajar más y yo siempre admiré eso. Es un ejemplo, una enseñanza. Falleció el año pasado con 92 años y pasó 30 años de su vida sin trabajar, disfrutando de la vida, yendo al cine porque era un enamorado de ese lugar. Tuve la enseñanza de que la vida hay que disfrutarla, no solo el trabajo, que también es una parte de la vida, por no para siempre», recordó Mabel Szerman.

«Siempre las decisiones son difíciles en la vida. Soy una persona muy activa y participativa, asi que bueno, quizás me dedique a un voluntariado o partícipe en alguna fundación, o en la Asociación Israelita, ya que pertenezco a la comisión directiva. Tengo ganas de hacer cosas pero no quiero la presión de llevar un comercio adelante». Afirmó.

Cuando las vecinas y vecinos de la ciudad supieron la noticia, horas después, generaron una gran movilización en la vereda del lugar. Nadie quería perderse las primeras ofertas, que aún siguen estando y todos anhelaban volver a vivir y disfrutar la sensación de comprar en el «El Coloso», que muy pronto cerrará sus puertas, después de 88 años de funcionamiento. Sobre esa situación, Mabel reflexionó: «No pensé que iba a tener este gran impacto, ni me imaginé la cantidad de gente que ayer se me acercó emocionada, para contarme lo triste que se pusieron, el efecto que les causó el hecho de que se cierre «El Coloso». «Vamos a ir extrañando por supuesto, porque también me va a pasar a mí», aseveró.

Además, respecto a la repercusión de la noticia, que fue mayor aún con el paso de las horas, con las personas haciendo fila para poder ingresar, compartió una anédcota que aseguró que siempre le gusta contar: «Cuando mi abuelo vino acá y alquiló esta casa, era como un salón con una ventanita a la calle Tucumán, que era de tierra y de doble mano. El lugar tenía una puertita al costado y un gran portón para entrar camiones. Mi abuelo quería la ventana a la calle, porque así podía enseñar la mercadería. Él vivía acá mismo, pero lo que hacía era subalquilar la parte de atrás. Venía un odontólogo una vez por semana y un señor que cocía colchones, porque en ese momento se hacían de lana y se cocían, así que entraban y salían camiones».

Recapitulando cada año como un fiel y valioso recuerdo, que Mabel nos hacía creer que no solo pasaban por su mente, sino frente a ella cuando los narraba con tanta emotividad, cebó un nuevo mate y dijo: «El abuelo siempre tuvo la intención de comprar este salón y al dueño le costó mucho decidirse para venderlo. Finalmente después de tantos años continuamos en el mismo lugar físico, nunca nos mudamos, acá se alquiló, acá se compró, se construyó y se modificó. Toda la historia pasó en este mismo lugar».

Sobre sus empleadas y empleados dijo: «Es muy fuerte y es una crisis importante para cada uno. Muchas se jubilaron acá, hace poco lo hicieron varias personas. Las que aún quedan trabajando son personas jóvenes, la mayoría tiene alrededor de 40 años o menos, osea que tienen toda una vida laboral por delante, con muy buenas referencias. Además, cuentan con mi ofrecimiento de apoyo, para cualquier emprendimiento que quieran hacer o de referencia en caso de buscar otro trabajo».

 

«Es un orgullo decir, cierro pero las cosas están re bien, estamos trabajando, hay muchos empleados, hay mucha mercadería, no hay deudas, este es el momento». Enfatizó.


Gentileza anr
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