El panorama económico de Argentina para el 2025 se encuentra en un momento de especial interés y expectativa, luego de que el presidente Javier Milei presentara, junto al ministro de Economía, Luis Caputo, el tan debatido proyecto de Ley del Presupuesto 2025.

Este documento, esperado por muchos y criticado por no pocos, sigue lo que Milei delineó como una ruta inequívoca hacia la consolidación del equilibrio fiscal. Dicha consolidación, sin embargo, ha sido alcanzada a través de medidas que han profundizado el ajuste económico en un entorno marcado por una severa recesión y un preocupante crecimiento en las cifras de desempleo y pobreza.

En un cambio notable con respecto a la práctica habitual, el ministro Caputo ha decidido no ser el portavoz directo del proyecto ante el Congreso. Tal decisión ha sido vista por muchos como una retirada de la responsabilidad de explicar y justificar el camino económico trazado por el gobierno ante una audiencia legislativa que tiende a ser dura y crítica.

Antes esta postura evasiva, la Cámara de Diputados vio la necesidad de tomar cartas en el asunto. En una sesión especial, la Cámara decidió citar a Caputo, en un acto que simboliza no solo la búsqueda de responsabilidad, sino también la intención de los legisladores de tener claridad sobre el enfoque fiscal, financiero y monetario del país para el próximo año.

Los intentos del ministro para rehuir a la citación bajo el argumento de que sería parte de un ‘show del kirchnerismo’, reflejan una creciente tensión entre el Ejecutivo y el Congreso. Este argumento pone de manifiesto una crisis de confianza y colaboración que ya asomaba en el panorama político. 

Tiempo apremia, y con ello la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados se encuentra en plena marcha con las discusiones. Está previsto que continúe con su análisis con la participación de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), Mariano Antonio Salvador de los Heros Battini.

El eje central que el presupuesto sostiene es el tan mencionado equilibrio fiscal. Este termina siendo más que una simple estrategia económica, pues Javier Milei ha señalado claramente que dicho equilibrio es innegociable. Bajo esta premisa, el proyecto plantea expectativas ambiciosas para el 2025, previendo un crecimiento económico significativo del 5% junto a una inflación promedio del 18,3%.