Usted esta aquí
Inicio > Regionales >

Cómo es el “Camino del Vino” rionegrino

Cómo es el “Camino del Vino” rionegrino:

Cuando la historia y la innovación se dan la mano pueden producir resultados excelentes. Una tradición familiar de producción vitícola, la recuperación de suelos y plantas olvidadas, el relanzamiento a partir de nuevas metodologías y altos estándares. El resultado: vinos de calidad internacional, reconocidos por los mercados más exigentes del mundo.

Todo eso se puede apreciar a lo largo del “Camino del Vino” del Alto Valle, una iniciativa oficial destinada a poner en valor regional a una industria que resalta por su calidad de exportación. Para ello, nada mejor que darse un tiempo para recorrer las rutas nacionales 22 y 151; la ruta provincial 65; o el camino rural La Falda. A su vera, una serie de bodegas dan testimonio de aquel esfuerzo que comenzó nada menos que a fines del siglo XIX.

Sí, a fines de los 1800, cuando las poblaciones de colonos recién empezaban a asentarse en el Alto Valle rionegrino, asentándose en proximidades del ferrocarril y peleándole a la esquiva naturaleza por la falta de agua. De aquellas épocas datan los primeros viñedos y las experiencias de hacer vino según las recetas traídas desde sus países.

La actividad tuvo su momento de apogeo en los años ’60, abasteciendo de vino de mesa a una población que seguía creciendo, hasta que los cambios económicos y la competencia de otras regiones produjeron un paulatino declive. Pero el Alto Valle tenía un gran potencial: un clima significativamente adecuado, con veranos de muchas horas de sol pero con gran amplitud térmica entre el día y la noche; con pocas lluvias y suelos aluvionales, aptos para el desarrollo de las plantaciones y producir vinos de calidad.

Y si el Malbec se rescató para el mundo a partir de los cultivos de Mendoza, el Merlot rionegrino, con sus cepas centenarias, resalta como uno de los mejores del mundo. El agregado de tecnología le dio lo necesaria para producir en alta gama.

La superficie cultivada con vid se ha mantenido en una relativa estabilidad en los últimos 15 años, manteniéndose en unas 1.600 hectáreas. Y al contrario de la producción frutícola, donde la juventud de las plantaciones genera más valor, en los viñedos el tiempo le da un valor agregado en sabores e intensidades. Por eso se valora que 273 hectáreas tengan vides con más de 25 años de antigüedad; 473 hectáreas entre 15 y 25 años; y 624 tienen entre 9 y 15 años.

Río Negro se caracteriza por producir vinos de estilo europeo, con mayor acidez y menos cuerpo que los de otras zonas, pero aptos para guardas prolongadas. Se elaboran excelentes Pinot Noir y Merlot, entre los tintos, y finísimos Semillón y Sauvignon Blanc, entre los blancos. Otras variedades implantadas son Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon, Torrontés Riojano y Chenin.

Las bodegas

En el Alto Valle se pueden visitar las bodegas Humberto Canal, Fabre y Agrestis, de General Roca. Los establecimientos de Aniello y Bodegas Chacra (Mainqué); o el de la familia Favretto en Villa Regina. Más al norte, sobre la ruta 151 y en la zona de Campo Grandde, se encuentra la bodega Emilce Notaro. Sobre la ruta 65, en la localidad de Fernández Oro, se encuentran las bodegas Miras, Gennari, y Del Río Elorza. Y sobre la calle rural conocida como La Falda en Fernández Oro y Maestro Espinoza en Cipolletti, se encuentra la bodega La Falda.

La región del Valle Medio es otra zona histórica para la producción vitivinícola y según los conocedores, fue donde comenzaron las plantaciones en Río Negro. Allí se pueden visitar los viñedos del Grupo Trafen, que produce los vinos Enclave Sur. Cerca de la capital provincial, en San Javier, se encuentra la bodega Lapeyrade, hoy en manos de Fincas Patagónicas Wapisa.

En las ferias internacionales más importantes, los vinos rionegrinos han logrado su reconocimiento y se han posicionado como una referencia para la región vitícola más austral del mundo.

Un ejemplo de esto es el premio más reciente: Entre 18.000 muestras de todo el mundo, el vino Pinot Noir 2018 Chacra Treinta y Dos, perteneciente a Bodega Chacra de Río Negro, fue considerado el mejor vino del año. La selección del mismo fue realizada en el marco de Top 100 Wines of 2020, ranking elaborado por el crítico estadounidense James Suckling.

Las bodegas incluidas en el “Camino del Vino” ofrecen las tradicionales visitas guiadas, zonas de exposición y venta y espacios para degustación de algunas de sus especialidades.

Gentileza anr

Ir arriba