En una jornada cargada de tensiones y fuertes emociones, el jurado popular resolvió este miércoles declarar a Pablo Parra culpable del femicidio de Agustina Fernández. La sala se encontraba llena de expectativa, con el acusado a pocos metros de la familia de la víctima. 

Durante los últimos días del juicio, se pudo observar un cambio en la mirada de Parra. Al principio, se lo vio seguro, pero a medida que las pruebas iban presentándose y los testimonios se alineaban con su perfil, su rostro fue transformándose en uno de preocupación.

Cuando se escuchó su culpabilidad, Parra permaneció paralizado y en silencio durante varios segundos. Fue como si no hubiese escuchado nada. El juez despúes le indicó si sabía lo que significaba la pena. La única en este caso es perpetua.

Minutos más tarde el personal policial lo retiró de la sala para trasladarlo al penal donde cumple la prisión preventiva. Las lágrimas comenzaron a brotar de la familia de Agustina y también del fiscal Marquez Gauna, quien se encontraba conmovido ante el veredicto.

 

 

 

 

 

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