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Cómo vivíamos y sufríamos en la ciudad en cada debut mundialista

Cómo vivíamos y sufríamos en la ciudad en cada debut mundialista
Cómo vivíamos y sufríamos en la ciudad en cada debut mundialista:

Los extremos: históricamente pasamos de las expresiones triunfalistas más exageradas a la decepción más humillante. Así vivimos cada debut mundialista de la Selección Argentina. Pero además del fútbol, había un contexto social, cultural y político. ¿Cómo seguíamos desde esta región el desarrollo de un evento único?

 

Argentina organizó su mundial en 1978 y no había demasiadas alternativas. La dictadura militar había sembrado el terror en todo el país. Había muertos, desaparecidos y detenidos a disposición del gobierno central. Roca no era la excepción. El general Videla era el jefe del Ejecutivo. En el reparto feudal que habían realizado entre las tres armas, Río Negro le correspondió a la fuerza naval. El contralmirante Aldo Luis Bachman ejercía la gobenación. Sergio Díaz era el intendente de Roca, uno que tuvo continuidad desde el golpe hasta días antes de las elecciones de 1983.

 

La selección debutó ganándole a Bulgaria por 2 a 1. Ese año fue el debut de la TV en colores: el mundo recibió la señal generada en el país, pero internamente el 99 % de los argentinos siguió las alternativas en el anticuado “blanco y negro”. La única señal disponible era la de Canal 7, que transmitía desde Neuquén y había que ingeniárselas con la antena para poder captarla. Muchas veces, efecto “lluvia” mediante, las jugadas se adivinaban antes que verlas. Argentina fue campeón. La radio era una fiel acompañante, con los relatos apasionados de José María Muñoz.

Cuatro años más tarde la cita era en España. El contexto era diferente: el equipo blanquiceleste debutó el 13 de junio de 1982 y todavía se combatía en las Islas Malvinas. La guerra le puso una capa gris a todo lo que ocurría. Argentina perdió 1 a 0 con una desconocida Bélgica, que hasta ese momento no había descollado en ningún mundial. Al día siguiente, el general Menéndez se rendía en Puerto Argentino y empezaría el lento regreso de las tropas que había peleado en las islas.

 

La actuación argentina no estuvo a la altura de las expectativas, pero ese año los roquenses tuvimos una alternativa más concreta para verla por TV: desde marzo estaba al aire Canal 10, con una señal más clara y menos dificultades para tomarla. Sergio Díaz seguía siendo el responsable de administrar el municipio. En la provincia, había llegado otro delegado del poder central: el contralmirante Julio Acuña. En el país, el dictador Leopoldo Galtieri empezaba viendo el Mundial como presidente pero para el segundo partido de Argentino ya estaba en su casa. Un nuevo golpe de Estado lo había reemplazado por otro general, Reynaldo Bignone.

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El de 1986 fue un Mundial atípico: la primavera democrática entraba en un meseta, Raúl Alfonsín gozaba de mucha popularidad (todavía), y los argentinos empezábamos a tomarle el gustito a esa idea de vivir en democracia. Un joven Pablo Verani con aspiraciones de convertirse en un caudillo popular, era el presidente del Consejo Municipal (organismo que reunía las funciones legislativas y ejecutivas), y construía una plataforma para proyectarse provincialmente. Su correligionario Osvaldo Álvarez Guerrero era el gobernador.

Ese año la televisión – que estaba en manos del Estado -, no envió a ningún equipo periodístico a la capital mexicana. Se contrató la señal con audio del estadio y la transmisión de Mauro Viale era la del estilo de aquellos años: parca y con poca emoción. En las radios, la rivalidad entre dos grandes relatores se acentuó: Víctor Hugo Morales por Continental; José María Muñoz desde Radio Rivadavia. La selección debutó el 2 de junio con triunfo por 3 a 1 sobre Corea del Sur. Fue el mundial de la consagración definitiva de Diego Maradona y su DT, Carlos Bilardo.

 

Para el torneo que se jugó en Italia las circunstancias habían cambiado drásticamente: dos hiperinflaciones sucesivas se llevaron al gobierno de Alfonsín y las esperanzas populistas de Carlos Menem. En Roca, un justicialista era el primer intendente de la ciudad: Carlos Nicolaus había logrado vencer al radicalismo, sistema de “lemas” mediante, e inauguraba la flamante Carta Orgánica. En Viedma, Horacio Massaccesi consolidaba su liderazgo.

 

Pero 1990 ofrecía los primeros cambios tecnológicos que dominaron las décadas siguientes. Aparecía la TV por cable, que ofrecía un paquete de canales para ver a cambio de un pago mensual. El disco de vinilo y el casette eran definitivamente reemplazados por el CD. Los walkman (que cambiaron la forma de escuchar música), pasaron al recuerdo. La canción oficial del mundial (Un verano italiano), se convirtió en un ícono. La televisión por aire había tenido un cambio fundamental: la administración Menem privatizó dos de las tres señales que mantenía el Estado, e inauguró una nueva etapa en la producción de contenidos televisivos.

 

Argentina debutaba con la “chapa” del campeón. Fue derrota: 1 a 0 contra un modesto Camerún que sorprendió durante los 90 minutos a los argentinos.

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Gentileza anr

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