Los efectos de la inflación en la economía argentina no se distribuyen de forma equitativa y los más perjudicados son los más pobres. La gestión económica liderada por Javier Milei ha propulsado una disparada de los precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que subió más del 300% en tan solo un año, siendo el mayor aumento registrado en la historia del país.

Durante los últimos cuatro meses, se ha observado un incremento pronunciado en los precios de la CBA, que ha dejado al descubierto la gravosa gestión de Milei. El peso ha sido brutalmente devaluado, con una inflación de dos dígitos y promoviendo un programa de liberación de precios que ha sumergido a los salarios y jubilaciones en una profunda recesión.

Según el último informe del Indec, una familia tipo necesitó más de $770.000 en marzo para no ser considerada pobre, sin tener en cuenta el valor del alquiler de vivienda. Por otro lado, el costo de los productos básicos que conforman la CBA subió un 10,9% en el mismo mes. Esto significa que para no caer en la indigencia, una familia necesitó contar con ingresos superiores a los $350.000.

La escalada inflacionaria ha sido desmedida, llegando a alcanzar incrementos promedio del 308,2% en un año, lo que marca un récord histórico en los registros del Indec. Uno de los saltos más fuertes se produjo entre noviembre y diciembre, luego de una megadevaluación que aumentó los precios en un 69,1%.

Las consecuencias de esta situación son alarmantes. Según el Centro de Economía Política (CEPA), los trabajadores registrados del sector privado solo pueden cubrir el 66,9% del valor de la CBA con sus ingresos. Esto confirma la existencia del fenómeno de los «trabajadores pobres», que a pesar de tener un empleo, no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas.

El impacto de la inflación se refleja también en los barrios populares, donde se han registrado aumentos significativos en los precios de los alimentos. El Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) realizó un relevamiento en 850 negocios de cercanía en 20 distritos del conurbano bonaerense. En el mes de marzo, los alimentos aumentaron un 11,76%, siendo los rubros de frutas y verduras, productos de almacén y carnes los que sufrieron mayores incrementos.

El gobierno de Milei, sumado a ocho años de salarios que no superan la inflación, ha llevado al país a tener el ingreso per cápita más bajo de la región. La licuadora económica aplicada y la transferencia de recursos a los sectores concentrados de la economía han convertido a Argentina en un país «barato», donde los salarios no tienen un poder adquisitivo adecuado.

El poder adquisitivo de los trabajadores registrados ha caído un 19,2% desde noviembre y un 24,7% desde febrero, siendo una de las peores bajas en la historia argentina. Esta situación se agrava aún más en el caso de los trabajadores informales, donde se presume una situación aún más desfavorable.

La inflación desbocada y desigual está golpeando con fuerza en los hogares más pobres, donde la comida se vuelve cada vez más inalcanzable. La gestión económica de Milei ha dejado un panorama desolador y la calidad de vida de los argentinos se ve perjudicada día a día.