Se trata del asalto a la sidrera La Farruca de Fernández Oro ocurrido en marzo de este año, en el cual Rubén Oscar Yáñez junto a otro involucrado, irrumpieron en el lugar, ubicado en la Ruta 65 y la calle 1º de Mayo, y fue Yáñez quien le disparó un balazo en la pierna a un empleado que lo enfrentó.

Por este hecho fue condenado a tres años y diez meses de prisión de cumplimiento efectivo tras admitir su participación en el hecho en un juicio abreviado. La pena incluye la unificación de otra que recibió en suspenso por un hecho no descripto en el fallo conocido recientemente.

Según se declaró en el juicio, mientras su compañero de asalto quedó esperando en la moto fuera del establecimiento , Yáñez portando una pistola 9 milímetros irrumpió en las oficinas administrativas, donde se encontraban dos empleados y les exigió la entrega de la recaudación de la empresa, teléfonos y documentos.

Luego los maniató con cables de electricidad y comenzó a revisar los muebles de la oficina en búsqueda de los elementos de valor. Encontró una notebook y un celular de la empresa, que metió en una mochila. Además, se dirigió a otra oficina que se encuentra en el fondo de la planta en busca de algo más.

Uno de los empleados logró liberarse, se escondió detrás de una pared, y le arrojó agua caliente en la cara a Yáñez. Fue en ese momento cuando el hombre le advirtió “ahora te quemo” y disparó dos balazos. Uno le impactó en el muslo derecho, provocándole una herida con orificio de entrada y salida.

Tras un enfrentamiento mano a mano, llegaron hasta la salida del área administrativa, donde se le cayó la mochila con el botín cuando corrió hacia la moto en la que lo esperaba su compañero delictivo, con el que escapó en dirección a la Isla 10. Unos días más tarde los investigadores detuvieron a dos sospechosos en varios allanamientos realizados en domicilios de Allen y General Roca.

Yáñez fue imputado por “Robo calificado por el empleo de arma de fuego apta para producir disparos en grado de tentativa, en concurso ideal con el delito de Portación no autorizada de arma de fuego de guerra” y quedó detenido en la Comisaría 26 de Fernández Oro. Enfrentó un juicio abreviado propuesto por la fiscal Alejandra Altamira, en el que propuso condenarlo a tres años y seis meses de prisión obligatoria, pero totalizarle el castigo único de tres años y diez meses de cárcel al unificarle otro castigo de ocho meses de prisión en suspenso que le impusieron en agosto de 2021 en General Roca, por un caso que no se indicó.

El acusado aceptó el planteo, lo que comprendió el reconocimiento de haber cometido el episodio que le enrostraron. Tampoco expuso objeciones su abogado defensor, Federico Diorio. La investigación determinó que el asalto no lo llegaron a cometer porque no se llevaron nada.

Se destacó la “firme resistencia del empleado de la sidrera lo que motivó la huida del imputado”. Respecto a la herida que sufrió el trabajador en su pierna derecha, donde impactó la bala calibre 9 mm que orificio de entrada y salida, fue considerada leve ya que “no estuvo en riesgo su vida, no lo incapacitaron para el trabajo por más de un mes”.