Finalmente, el Gobierno ha confirmado la decision de cambiar el nombre del emblematico Centro Cultural Kirchner. En una sorpresiva declaración del vocero presidencial Manuel Adorni, se anunció que se está buscando un nuevo nombre para el edificio que se ha convertido en uno de los centros culturales más importantes de América Latina.

A pesar de las especulaciones previas, aún no se ha revelado el nombre elegido para reemplazar el Centro Cultural Kirchner. Adorni argumentó que la decisión de cambiar el nombre se toma con el objetivo de que el lugar «no exista más como tal». Sin embargo, esto ha generado cierta polémica y revivido viejas discusiones políticas.

El cambio de denominación del edificio fue una idea que surgió principalmente entre los opositores al kirchnerismo, pero que nunca se había llevado a cabo. Durante el gobierno de Mauricio Macri, incluso se llegó a presentar un proyecto en el Congreso para evitar que los edificios públicos lleven el nombre de personas hasta que pasen 20 años de su muerte.

El Centro Cultural Kirchner fue inaugurado en 2015 por la entonces presidenta Cristina Kirchner, quien lo describió como un sueño cumplido de su esposo. El edificio, que ocupa el Palacio de Correos, es considerado el centro cultural más grande de América Latina y el cuarto a nivel mundial, con nueve pisos de oferta cultural.

Una de las propuestas para renombrar el centro cultural fue presentada por el ex diputado radical Miguel Nanni, quien sugirió que sea llamado Centro Cultural del Bicentenario Argentino. La argumentación se basa en que el nombre de una persona tan controversial como el fallecido expresidente no debería ser utilizado para una obra de tal magnitud.

Sin embargo, la medida ha generado debate entre los diferentes sectores políticos y culturales del país. Mientras algunos consideran que es necesario un cambio de nombre para marcar una nueva era, otros defienden la importancia del legado cultural y político que representa el nombre del Centro Cultural Kirchner.

A pesar de las opiniones encontradas, la decisión del Gobierno parece irreversible. Resta esperar y conocer el nuevo nombre que llevará el emblemático edificio, un cambio que sin duda seguirá generando polémica y avivando el fuego de las discusiones políticas en Argentina.