A continuación te contamos parte de la historia de vida de Cecilia, un ejemplo de esfuerzo y superación que vale la pena repasar.

Siendo una adolescente, Cecilia empezó a interesarse por el canotaje. A los 16 años, comenzó a incursionar en la disciplina, a través de clases municipales que impartía su padre Oscar. Su interes por el kayac fue creciendo cada vez más hasta que, allá por el 2002, decidieron participar junto a su padre en la Regata Internacional del Río Negro.

Sin embargo, no todo comenzó de la mejor manera: “la inexperiencia hizo que abandonáramos y eso fue el primer punto para comenzar seriamente a entrenar”, relató la deportista. Esa frustración inicial sería el puntapié de una historia repleta de consagraciones.

Cecilia tiene bien en claro cuales son sus referentes en el canotaje. Corría el año 2001 cuando ella y su papá se acercaron a disfrutar de la Regata de esa temporada. En la competencia corrieron grandes figuras como Javier Correa, Abelardo Strum y los clásicos ganadores Martín Mozzicafreddo y Nestor «Piri» Pinta. “Ellos fueron mis primeros referentes, los cuales me hicieron conocer las modalidades del canotaje y me incentivaron a entrenar y para, luego de unos años poder entrar al equipo de velocidad y actualmente en el equipo de maratón

A lo largo de su carrera, Cecilia no sólo tuvo que remar en agua, sino también en “dulce de leche”, ya que no fue fácil conseguir los medios económicos para participar de las competiciones. Para poder viajar al último Mundial de Portugal, por ejemplo, la atleta debió recurrir a la venta de pastas para reunir el dinero necesario. 

En este sentido, Collueque cuenta qué tipo de ayuda económica recibió por parte del Estado en todos estos años de trayectoria. “Cuando estuve en la Selección de Velocidad en los primeros años recibimos aportes de Nación para los viajes pero nunca llegaban en el momento de los viajes, las becas eran pagadas tarde también por lo que teníamos que salir a buscar fondos. El año pasado por única vez recibimos una ayuda de Nación”.

Sin embargo, explicó que esta situación cambió con la llegada del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD): “las cosas fueron diferentes, no había que preocuparse por juntar plata, siempre teníamos solucionado ese tema, al igual que las becas siempre eran pagas en tiempo y forma. En ese tiempo también recibía beca de la Provincia”.

“Después en la modalidad maratón no tenemos ayuda oficial de nadie, siempre fue salir a buscar fondos incluso de la Provincia.. Este año desde Provincia no recibí nada y me sacaron la beca pero tuve mucha ayuda de María Emilio Soria y del municipio, además de empresas de Roca”, detalló.

Por último, dejó un mensaje inspirador para las jóvenes generaciones de deportistas: “siempre hay que entrenar duro, ser consciente de que no es fácil y que se requiere de tiempo y dedicación para conseguir lo que uno quiere. Siempre va a haber dificultades, en lo económico sobre todo pero a veces las autoridades o dirigentes también ponen trabas”.

“Y siempre si se tienen las cosas claras y le das para adelante llegan las cosas a su debido momento”, concluyó.