En diálogo con este medio, habló de todo un poco: sobre sus inicios en la música, sus influencias, lo que se viene y mucho más.

Desde muy chico fue un apasionado por la música. Según cuenta, fue en esos entrañables asados de su infancia que, antes de comenzar a tocar cualquier instrumento, se enamoró de este arte:

-¿A qué edad empezaste con la música? 

Me quedé pensando que es una pregunta muy amplia, porque creo que antes de conectar con un instrumento hay un deseo, un anhelo anterior. Si bien mi primer contacto con un instrumento fue cuando tenía 15 año , tengo el recuerdo de los asados de los viernes que disfrutaba de chico con los dúos, tríos que hacían en las penumbras con el fuego de fondo, un vinito los amigos de la casa que eran nada más y nada menos que Cachito Lobello, el negro Falucho (que le regaló a mi hermano Jeremías siendo un bebe una armonica) y esas noches mágicas de Rocknroll, Blues, Bossa, Tangos, entonces creo sin dudas… que arranque con la música mucho tiempo antes de tocar por primera vez un instrumento.

La historia de Eze y la música está signada por la tragedia, un dolor que pudo haberlo llevado al borde del abismo, pero que decididamente canalizó y transformó en algo tan hermoso y revolucionario como lo es el arte.

-¿Quién o qué te motivó a elegir el camino de la música? 

Hubo un hecho que siempre cuento que marcó mi vida, que fue la muerte de mi Hermano Jeremías a los dos años. Siendo un adolescente, pienso, podría haber terminado en cualquier lado. Pero, la visión de un músico que hoy tengo con mis alumnos fue lo que me marcó. En ese momento recibí una guitarra de los amigos de mi viejo, que ellos aseguraban , “me haría bien” y me encontré con la armónica de mi hermano… Fue ese momento cuando empecé a tocar que pude canalizar un evento tan fuerte en música, y desde ahí hasta hoy es una pasión que no se puede apagar. Al poco tiempo de agarrar la armónica por primera vez, las bandas locales me invitaban a tocar. Posteriormente me di cuenta que podía trabajar de esto y ya no pude parar.

-¿Cuándo y/o cómo descubriste tu pasión por la armónica? 

– Conectando un poco con la pregunta anterior, creo que mi pasión se despertó cuando pude ver qué la música había salvado mi vida en muchos aspectos, psicológicamente y económicamente. No vengo de una familia adinerada, vengo de donde el mango cuesta y se valora. Recuerdo tener 17 o 18 años cuando me pagaron mis primeros tickets en Avión para tocar en un congreso de Armónicas en Buenos Aires, y verme de esa manera, viajando a tocar, lejos, desde mi barrio, siendo un adolescente aún, me generó una pasión que no puedo controlar. Cada año me subo a escenarios grandes, chicos, recorro, me encuentro con músicos y todo eso es parte de eso que ví en aquel momento: la música salvó mi vida, soy un servidor de ella simplemente. 

Del flamenco al Hard Rock, sus influencias abarcan una amplia gama de estilos musicales…

-¿Quién o quiénes dirías que son tus máximas influencias? 

– Mis influencias musicales son variadas porque mi camino musical se fue ramificando muchísimo en ese comienzo. Pero recuerdo cuando me regalaron Mbugi, el primer disco de la Mississippi, con Luis Robinson en Armónica, Pappo, discos de Stevie Ray Vaughan , Jimmi Hendrix, Memphis la Blusera, Carlos del Junco, Howard Levy, William Clarke, fueron algunos de los pilares de mi música. Hoy, cuando toco y canto dicen que voy por el lado de Blues Rock (Hendrix/Srv) y cuando tocó la armónica voy jugando por todo lo que he estudiado y escuchado que va de flamenco a Hard Rock. Creo que sin dudas estos son los nombres más importantes en mi música, y haber podido tocar con los primeros fue el regalo de la música más increíble. 

Ezequiel Salgado tuvo la oportunidad de cumplir su sueño, -y seguramente el de muchos-, en varias oportunidades, subiéndose al escenario con músicos reconocidos tanto a nivel local como país.

-¿Con quién o quiénes de los músicos que compartiste la pasaste mejor? ¿Cuál es ese recuerdo imborrable que atesorás?

– La verdad que tengo muchas historias en el escenario arriba y abajo, he compartido con músicos, bandas en distintas giras y escenarios. Hay muchos shows memorables como cuando toque como invitado de Willy Quiroga -Vox Dei en la Trastienda y en el oeste, dos shows seguidos paseando por la autopista con Willy. Pero la euforia de este año fue haber tocado con la Mississippi en Neuquén y 50 min más tarde con mi banda actual No tan santos en Roca. Fue de película, fue increíble! Fue una de las mejores noches de mi vida, amigos, música, adrenalina”

-¿Se puede vivir bien de la música en nuestro país? (económicamente hablando) 

– La verdad es que el músico que trabaja a nivel profesional puede vivir bien, muy bien. Hay salarios que superan ampliamente a cualquier empleado o profesional de otras ramas. Mi caso es que gracias a la música, siempre tocando pude reinvertir dinero en emprendimientos referidos a la música, me contratan desde otros países para grabar, hago giras, y laburo lo más profesional que puedo desde mi ciudad. Acá es donde nace otra pregunta, es lo mismo ser artista que tocar un instrumento?! El artista puede vender cómodamente su trabajo, el que toca simplemente aspira a tocar y muchas veces trabaja de otra cosa. Creo que es una cuestión de enfoques. Hay gente haciendo mucho dinero con la música hasta con videos de redes sociales. Sesionistas. En fin… es un negocio que en realidad creo que no está muy desarrollado en nuestra zona. Pero si en otros lugares.

Eze no para y no planea hacerlo. Tiene organizados varios concertos para en este cierre de año y el año que viene:

-¿Qué se viene próximamente y qué proyectos tenés a futuro?

– Estoy cerrando un año tremendo, ayer toque en Buenos Aires con Daniel Raffo y la King Size, vienen shows hasta fin de año todas las semanas como el 16 con Fogón, el 7 de diciembre No tan Santos, 05 acústicos. Pero básicamente se viene el lanzamiento de mi single, además tengo una propuesta que estoy desarrollando que aún no puedo adelantar. Pero es con un artista nacional para grabar juntos, y planeando gira con “Eze Salgado Quinteto” que después de tocar en Sala II en el Festival Internacional de Armónicas, y en el Teatro Municipal de Zapala me quedé con ganas de presentar. 

Siempre en la ruta como un tema que presenté el año pasado… siempre tocando… la música te lleva, te trae y es un camino increíble, que lejos estoy de querer dejar.