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Creó una red de casi 50 mensajeros en Roca y dio un salto durante la pandemia

Las ideas a veces llegan y a veces no, pero las necesidades siempre están y hay que cubrirlas. Para eso, hay quienes tienen la visión y la capacidad para ver en un problema, una oportunidad. Y cuando llama a la puerta, es mejor atender.

Es la historia de José Martínez, un joven nacido y criado en Roca, que a los 17 años cobraba estacionamiento medido, hacía changas de albañilería y pintaba alguna que otra casa. Un día consiguió un empleo formal y aprendió mucho de administración de empresas, pero lo despidieron. Hoy ve esa “patada” como el empujón necesario para ser quien hoy es. Buscavidas y sin dinero para invertir, empezó a emprender y tras una situación cotidiana que vivió, se le ocurrió una idea que hoy resuelve una necesidad social: tener una mensajería.

El click llegó en 2017 cuando alquilaba en las 500 Viviendas. Un día pidió una pizza a domicilio, pero en la casa de comidas le dijeron que no llegaban hasta su barrio y se quedó sin servicio. Ese simple, pero molesto hecho, le preocupó y decidió investigar qué estaba pasando con las mensajerías de la ciudad, que dejaban descubierta una parte de la demanda.

De 8 de la mañana a 12 de la noche, atienden llamados, whatsapp y organizan repartos. Foto: Juan Thomes.

Así nació «Mensajería Roca». Una empresa que inició con 5.000 pesos de inversión y un joven entusiasta; y en cinco años consolidó una red de casi 50 mensajeros y operadores que reparte por toda la ciudad y que dio un gran salto durante la cuarentena por coronavirus.

Me encontré con un agujero importante que no estaba satisfecho, casas de comida tenían problemas con las entregas a domicilio y vi una oportunidad. Me animé y creí en lo que estaba haciendo (…) Empecé con un mensajero, con dos y después tres, hasta llegar al número actual que tenemos 45 mensajeros y operadores, número al que llegamos este año por la cuarentena”, comentó José a LA COMUNA.

En esa época, José alquilaba, no tenía auto, moto ni bicicleta. Era él y “sus piernas”, contó entre risas. “Caminaba de Mendoza a San Juan todos los días”, para armar esa mensajería que tenía en su mente. “Yo no tenía nada y no era nadie”, recuerda, pero no deja de acordarse de los negocios que confiaron en él y que le permitieron empezar a andar en el rubro, tanto en el sector comercial como en atención al cliente.

“Tenemos miles de clientes, no solo cientos. Es impresionante lo que hemos logrado”, contó el emprendedor, quien no dejó de mostrar que tras los logros, se esconden los sacrificios.

“Los primeros años, con los 100 o 200 pesos que traían los dos o tres mensajeros que tenía, compraba comida y pañales. Era arañar para poder subsistir mientras le dedicábamos todo el tiempo a esto, de 8 a 12 de la noche, todos los días. 16 horas diarias, con el teléfono todo el tiempo, atendiendo llamadas. Me despertaba y decía: ‘Mensajería, buenos días’”, recordó. Su esposa fue para él un gran sostén en todo ese proceso.

El emprendimiento tiene una “función social” ya que permite construir una red de trabajo a través de los mensajeros. Son jóvenes, algunos de hasta 18 años, que comienzan a hacerse de un salario y se pueden independizar en el corto plazo. “Tuvimos siempre un valor que es que el hace el mayor trabajo y mayor esfuerzo; merece la mayor paga, por eso (los mensajeros) reciben un porcentaje diferente (al resto de las mensajerías)”, expresó.

Para José, este rubro estaba “desatendido”. En su estudio de mercado detectó que había necesidades de servicios de mensajería porque para una rotisería, por ejemplo, tener un delivery era pagar un sueldo más y depender de solo esa persona. Con este servicio, las empresas pueden contar con el servicio garantizado.

La pandemia demostró que es re importante la mensajería, al punto de que se inscribieron más de 40 en la ciudad»
José Martínez, creador de Mensajería Roca

Durante la cuarentena, el envío a domicilio se convirtió en una necesidad crucial para mantener vivo el comercio y los gastronómicos y para todas las personas en aislamiento. Martínez explicó que en la pandemia crecieron un 30%, según sus cálculos. “Hubo un incremento pero fue temporal, fue dos meses”, dijo y contó que no tenían forma de cubrir tal explosión de la demanda. Después del ASPO, el movimiento en el sector descendió, pero se acomodó manteniendo ciertos niveles.

El delivery tiene que convertirse en algún momento en un servicio público, tiene que ser tan importante como el taxi, el colectivo, aunque sea privado”, concluyó.

Datos

  • 47 trabajadores se desempeñan en Mensajería Roca entre coordinadores, mensajeros y operadores tras estos cinco años de trayectoria.
  • 30% creció su negocio durante dos meses de cuarentena, fue temporal pero los expandió.

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