Se realizó una nueva instancia del control de acusacion contra los cuatro policías acusados por el homicidio de Jorge Gatica, ocurrido mientras se encontraba detenido. Esta etapa, previsa a la elevación a juicio, continuará el 26 de abril, cuando se espera terminar de definir la lista de testigos y pericias que serán admitidas durante el debate oral.

Los imputados Jorge Sosa, Wálter Carrizo, Alcides Quintrel y Andrea del Carmen Henríquez. La extensión de esta instancia se debe más que nada a los múltiples planteos que realiza los defensores, quienes intentan aligerar la carga probatoria.

Leé también: Realizarán un homenaje y un nuevo pedido de justicia por Jorge Gatica

Si los policías son considerados culpables, la única pena posible que establece el Código Penal es la de prisión perpetua. Por es razón, se realizará un juicio por jurados.

Los cuatro estaban de guardia en la Comisaría 45 del barrio Anai Mapu, el fatídico 9 de enero del año pasado. Esa noche, Gatica – que días antes había recuperado su libertad -, robó unos chorizos de un almacén del barrio.

Una patrulla lo detuvo y lo llevó a la dependencia policial, donde tenía que ser “fichado” y trasladado a la fiscalía al día siguiente. Esa parte nunca ocurrió: Gatica recibió un tremendo castigo físico. Cuando decidieron trasladalo al Hospital ya era tarde: murió como producto de una hemorragia interna masiva.

La autopsia reveló que presentaba numerosas fracturas de costillas, que impactaron sobre el hígado. También tenía marcas de golpes en los testículos. En una primera instancia, los integrantes de la guardia declararon que Gatica se había provocado la muerte golpeándose contra las paredes del lugar de detención. Las pericias revelaron otra cosa.

Seguí leyendo: Un policía aceptó su culpabilidad y fue condenado por la muerte de Gatica en la comisaria del Mapu

Un quinto efectivo, el oficial Gastón Moraga, reconoció en juicio abreviado una participación menor (la de omisión de deberes de funcionario público), y agregó detalles de lo ocurrido esa noche en la comisaría del barrio Anai Mapu. Recibió una condena de tres años de prisión condicional, la renuncia a la fuerza policial, la inhabilitación especial perpetua para ejercer funciones policiales, y prohibición de acercamiento a los familiares de la víctima.

En esta instancia, el juez de garantías deberá decidir cuáles son los testigos y las pruebas que llegarán a juicio. Una instancia clave porque definirá cómo se llevará adelante el juicio por juradas. Los fiscales, las querellas y los defensores tendrán diferentes miradas sobre cada elemento a considerar.