Conocida es la grave crisis que atraviesa la empresa de venta de electrodomésticos Garbarino y que pone en jaque a unos 40 mil empleados en todo el país y General Roca no es la excepción.

Por ahora, los cuatro empleados que quedan trabajando en la sucursal de Tucuman al 600, se mantienen espectantes por la situación. 

Es que en las últimas horas habría llegado un «ultimatún» no oficializado por la empresa, pero que llevaría al cierre del local que hoy por hoy sobrevive y que trabaja media jornada.

En la región, la sucursal de Neuquén y la de Viedma ya cerraron, la de Cipolletti por ahora se mantiene abierta. En nuestra localidad, la sucursal roquense ubicada en el hipermercado de San Juan y Tucumán cerró en marzo.

Algunos de sus trabajadores quedaron suspendidos cobrando el 75% del básico, pero hace meses que no les pagan. Otros acordaron su salida por una liquidación que nunca cobraron.

Con una importante deuda que se sigue acumulando (supera largamente los 15 millones), retraso en el pago de los salarios al personal, locales cerrados o sin mercadería y falta de fondos para evitar el default, la situacion para Garbarino se complica a diario.

Ante este complejo escenario, Carlos Rosales, actual dueño de la mayor cadena de electrodomésticos de la Argentina, solicitó a autoridades nacionales obtener fondos del Estado que le permitan encarar un proceso de normalización de sus cuentas, según informaron medios nacionales.

Rosales ya acumula 4 pedidos de quiebra. Cuando compró la empresa hace poco más de un año, Garbarino tenía 200 locales a la calle (más otros 46 de Compumundo), 2 plantas en Tierra del Fuego (Digital Fueguina y Tecnosur) y 4.325 empleados. Hoy, el grupo asegura que le quedan 105 sucursales, otras 34 de Compumundo (la mayoría cerradas), 3.800 empleados (que están sin cobrar desde abril) y una deuda de más de $ 15.000 millones informó Clarín.