La crisis laboral en el sector privado ha alcanzado niveles alarmantes, con la pérdida de más de 95.000 empleos formales entre diciembre y marzo. La contracción en el empleo asalariado ha sido constante desde septiembre, agravándose con la llegada de Milei a la presidencia, según datos revelados por el informe Situación y Evolución del Trabajo Registrado (SIPA).

Durante el mes de marzo, el empleo asalariado del sector privado sufrió una disminución del 0,4%, sumándose a las siete caídas mensuales consecutivas. La construcción lideró las pérdidas, con un descenso del 2,6% mensual debido al colapso de la obra pública. Además, rubros como el comercio y la industria, con gran cantidad de trabajadores formales, también reportaron despidos.

El panorama se torna aún más desalentador al considerar que más del 58% de las pérdidas de empleo desde la asunción de Milei provienen del sector de la construcción, indicando un alarmante deterioro en ese ámbito. El presidente de Camarco estimó que la obra pública detenida causó la pérdida de 100.000 puestos de trabajo directos, pronosticando un año perdido para el sector y poniendo en duda cualquier reactivación inmediata.

Otros sectores como el hotelero y gastronómico experimentaron ligeros aumentos en el empleo, a diferencia de la pesca y la agricultura que registraron caídas significativas. Asimismo, el comercio y la industria manufacturera vieron reducciones en sus puestos de trabajo, con miles de empleos menos en comparación con meses anteriores.

Las proyecciones para abril no son alentadoras, ya que se espera que la caída en el empleo asalariado privado continúe en el mismo nivel del mes anterior, según reveló la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL). La incertidumbre y la preocupación por la situación laboral en el país se mantienen latentes, con la esperanza de encontrar soluciones efectivas para revertir esta crisis que afecta a múltiples sectores de la economía.

Mediante estas cifras y proyecciones, se vislumbra un escenario laboral sumamente complicado, donde la pérdida de empleos formales en el sector privado sigue en ascenso, generando inquietud y un urgente llamado a la acción por parte de las autoridades competentes.