La actividad frutícola tiene asociadas una serie de tareas imprescindibles para producir peras y manzanas en volumen y calidad suficientes. Una de ellas es la fumigación contra las diferentes plagas que la afectan. Una vez realizada la tarea queda un problema: qué hacer con los envases de los agroquímicos utilizados. 

Hace dos semanas comenzó una nueva campaña de recolección de estos envases, previamente sometidos al triple lavado, con la participación de la secretaría de Ambiente de la provincia, el INTA y la colaboración imprescindible de los municipios y organizaciones de productores. Este año, por primera vez se trabaja en forma asociada con la organización Campo Limpio, un ente federal que cuenta con representación de todas las provincias argentinas.

La titular de Ambiente provincial, Dina Migani, destacó el compromiso de la producción y de los diferentes organismos estatales para recuperar los plásticos y evitar que amenacen la salud de otros organismos vivientes. “Es importante que esté Campo Limpio, porque nos da un marco nacional importante. Y desde provincia vamos a estar supervisando en todo momento porque esa es nuestra responsabilidad”, expresó.

Los productores deben llevar los envases hasta los centros de acopio designados en cada localidad: en algunos casos es el municipio, el consorcio de regantes o la asociación de productores. En Roca, directamente pueden llevarlos a la recicladora ubicada en la calle Félix Heredia 1.650).

Los bolsones de recolección son entregados por Ambiente y allí los envases deben presentarse en las siguientes condiciones:
-cerrados.
– inutilizados mediante perforación.
-Sin virola de aluminio
-Sin restos de producto o agua.
-No contener latas, vidrios u otros envases metálicos.
-No incluir elementos ajenos al proceso de triple lavado.
-Debidamente identificados, coincidiendo con los datos de la declaración jurada.
-Preferentemente compactados para reducir su volumen.
-Incluir la declaración jurada por duplicado.

Luego se trasladan a la procesadora LP, de Roca, donde se los trata y los recicla para convertirlos en lomos de burro, señales de tránsito o elementos de construcción que no estén en contacto directo con la actividad cotidiana.

¿Qué es el Triple lavado?

El compromiso de cuidar el ambiente y mantenerlo limpio de agrotóxicos empieza por el productor, cuando inicia el proceso de fumigación en su chacra. Allí, cuando vuelca el contenido en la fumigadora debe realizar el primer paso. Porque se calcula que después del vuelco manual del líquido, queda un remante de 1,5 % adherido a la superficie del envase de plástico o en el fondo del mismo.

En envases pequeños de 1 a 5 litros se recomienda realizar la técnica de triple lavado, que consiste en llenar una cuarta parte del envase con agua limpia, agitarlo para lograr el correcto mojado de todo el envase durante 30 segundos, verter nuevamente el agua al tanque de la fumigadora y repetir la operación dos veces más. 

Para envases más grandes, de 20 litros, se recomienda la técnica de lavado a presión, ya que facilita el procedimiento para el operador al no ser necesaria la agitación. En este caso se precisa de una canilla que expida agua limpia a presión desde la pulverizadora. El agua limpia emitida a presión y vuelta a verter en el tanque incorporador de la pulverizadora permite que el agua recircule de tal manera que genera el correcto lavado del envase. En este caso el agua deberá dejarse correr al menos 30 segundos para asegurar que el lavado eliminó casi la totalidad del producto contenido en el envase.