Todo comenzó cuando personal de la Brigada rural interceptó una camioneta en la ruta 250. El vehículo, conducido por un individuo de 28 años, transportaba 10 bolsas de carne sin las debidas condiciones de salubridad, totalizando aproximadamente 315 kilogramos de pulpa sin hueso. La acción inmediata de los agentes condujo al secuestro de la mercancía y a la detención del conductor por violación a la Ley 2534.

Sin embargo, este decomiso fue solo el comienzo de una investigación más amplia. Con la autorización judicial correspondiente, se procedió al allanamiento de una vivienda sospechosa. Con la colaboración del personal de Gabinete de Criminalística, se desenterró una serie de elementos perturbadores. Entre ellos, un arma de fuego tipo carabina junto con dos cartuchos, sugiriendo actividades ilegales adicionales. Además, se encontraron cueros de animales vacunos, trozos de carne y herramientas utilizadas para la faena de animales.

Las autoridades continúan investigando para desentrañar la extensión de esta operación ilegal y llevar a los responsables ante la justicia.