Boom, tendencia, incremento y moda son algunas de las palabras que mencionan los roquenses a la hora de definir la presencia de los carros de comida (food trucks) en algunos puntos geográficos de la ciudad; el municipio propuso habilitar este ciclo desde el 15 de diciembre pasado hasta ayer- y dueños de los vehículos gastronómicos, al ser consultados por LA COMUNA, calificaron como “positivo” y ”exitoso” lo que ha generado esta iniciativa que tuvo, además, controles estrictos desde el área de Habilitaciones del municipio.

Más salida laboral (cocineros, fabricantes de cervezas, entre otros) es un punto que los propios empleados ya han empezado a extrañar.

El rubro se instaló en diciembre del 2020 en arterias estratégicas con el apoyo del municipio y el ciclo arrojó un balance satisfactorio según los emprendedores.

“La verdad que se trabajó muy bien. No sólo los fines de semana, que es cuando más circula la gente, sino también en los días laborales. Obviamente en horas de la tarde noche es cuando más movimientos tuvimos con la salida de nuestras comidas”, contó Nicolás, de la firma Nikola Cocina.

Al respecto, Mario López, otro de los propietarios de estos vehículos gastronómicos, expresó que “en términos generales la propuesta se vivió con éxito porque se trabajó bien, quizás unos más que otros por su propuesta gastronómica; se produjo una salida laboral importante, sostenida en el tiempo”.

Fueron al menos unos 25 vehículos que estuvieron ubicados sobre: Paseo del Canal Grande (calle Gadano); Bicentenario; Canalito y Paseo de las Vías.

Una tendencia en Roca como en el reto del país, las unidades móviles de alimentos. Para chicos y grandes.

Sobre el canon que cobró la municipalidad, dueños y empleados coincidieron que fue una iniciativa que se pudo afrontar por no ser elevada o difícil de sobrellevar (rondó los 5.000 pesos mensuales). En cuanto al control, “el municipio circuló semanalmente, hasta dos veces por semana, para registrar un óptimo protocolo sanitario y la adecuada manipulación de los alimentos”, expresó Pablo, cocinero de unos de los vehículos gastronómicos.

«Mucha gente viene, hace su pedido y lleva la comida a su casa o para en otro lugar de la ciudad. Se trabajó bien.
Nicolas Ceballos, Nikola Cocina

Lo incomparable e irrepetible en este tipo de comercios gastronómicos es el contexto: aire libre, algunas mesas familiares, charlas de barrio y “paladares finos” en la degustación de lomitos, chori, pizzas, panchos, empanadas, bondiolas, hamburguesas, entre otras delicias.

Dentro del escenario también aparece el debate por los requisitos y los controles que impone el municipio a los carros de comida, que son muy distintos a los que deben cumplir los locales gastronómicos formales.

«No hay nada hablado sobre continuidad; hubo propuesta gastronómica y fuente de trabajo”.
Mario López, emprendedor

El tema generó debate interno dentro de la Cámara de Agricultura Industria y Comercio (CAIC), donde algunos socios plantearon la necesidad de reclamar al municipio que haya reglas de juego iguales para todos, sobre todo en este tiepo de crisis por la pandemia.

Desde el rubro de los food trucks se defienden, asegurando que no se trata de la misma propuesta.

“El movimiento de clientes se generó en la tarde-noche. En algunos casos mucha gente viene, hace su pedido y lleva la comida a su casa o paran con sus autos en cualquier rincón de la ciudad”, aseguró Nikola.

“Tiene su toque comer un pancho, una hamburguesa en el carrito, salen distintos de lo que puede ser un pancho elaborado en casa”, añadió Javier, mientras espera su comida sobre la vereda de calle Gadano.

Con una estética bien cuidada, estos llamativos negocios se impusieron y cuentan con una aceptación importante a la hora de adquirir “comida rápida” en Roca. Si bien el corredor gastronómico tuvo su despedida ayer, ahora los dueños y empleados se preparan para afrontar las ferias que se diagramaron para los fines de semana (16 para todo el año).