Si nuestras acciones nos definen como personas, el único calificativo posible para el autor de una conducta como esta es el de “desalmado”. O psicópata: un individuo al que el dolor ajeno le es absolutamente indiferente. Solo así se puede entender el brutal castigo que le aplicó a este animalito.

La gatita fue encontrada en un contenedor de basura de nuestra ciudad, mal alimentada, muy golpeada, y con un ojito saliéndose de su órbita. Es de imaginarse el dolor atroz que habrá padecido la cachorrita.

Los proteccionistas de Rescate Animal No Humano (RANHU), fueron quienes difundieron la situación y también la buena noticia de que la felina se salvó. “Es una guerrera”, dijeron.

Hicieron un agradecimiento especial para el médico veterinario Fantini, quien se encargó de la intervención y el tratamiento posterior para recuperar a la gata. Y también a Marga y su hijo, que la adoptaron. Y ya la bautizaron: Niah.

Los voluntarios de RANHU publicaron un breve video en las redes sociales dedicado al sujeto que cometió semejante tropelía. “Ella es una guerrera y aunque perdió un ojito, USTED NO TRIUNFÓ. Usted no nos representa como humano de bien”, remarcaron.

Y destacaron: “El verdadero amor siempre triunfa”.