Tras la media sanción en Diputados del proyecto de reforma jubilatoria, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, advirtió sobre posibles «fuertes recortes» en caso de que la ley se apruebe. En declaraciones radiales, Francos dejó claro que el Gobierno no cuenta con los recursos necesarios para cubrir el gasto que significa el aumento propuesto por el proyecto.

El funcionario ratificó la decisión del presidente Javier Milei de utilizar el veto en caso de que el proyecto se convierta en ley y se modifiquen las jubilaciones. Además, alertó que en caso de que el Congreso insista y logre los dos tercios de los votos necesarios para superar el veto, el Gobierno deberá hacer recortes en las partidas presupuestarias para poder cumplir con la norma.

La reacción del Gobierno ante esta situación no se hizo esperar. Tanto el presidente Milei como otros representantes del Gobierno cuestionaron la alianza entre el kirchnerismo y la oposición dialoguista y rechazaron la nueva fórmula jubilatoria. Milei, a través de sus redes sociales, dejó claro que apelará al veto presidencial en caso de que el proyecto obtenga la media sanción restante en el Senado. El mandatario sostuvo que no entregará el equilibrio fiscal y que defenderá la economía nacional a toda costa.

De ser aprobada la nueva ley de movilidad jubilatoria en el Senado, se estima que la jubilación mínima podría llegar a los $285.000. Además, se anunció el otorgamiento de un bono de refuerzo de 70.000 pesos para los jubilados en el mes de junio, sumado al medio aguinaldo.

Mientras el Gobierno advierte sobre la imposibilidad de cubrir los costos de esta medida, el Congreso defiende el derecho de los jubilados a recibir un aumento acorde a la inflación. La incertidumbre aún persiste y quedará en manos de los senadores decidir el futuro de la legislación.