“El Registro Civil guarda una historia de los vínculos familiares de nuestra provincia. Una historia muy rica que estamos obligados a conservar y mantener”. La frase es de Lucas Villagra, el director del organismo provincial, quien destaca que desde esas anotaciones se puede hacer una idea de lo que fue el proceso de ocupación del territorio provincial, a fines del siglo XIX, hasta la actualidad.

Una historia riquísima, que se inició en un lejano 1888: la primera anotación de un nacimiento a orillas del río Negro, en el Fuerte General Roca. Hasta una actualidad dinámica y cambiante: 21 casamientos igualitarios; 20 cambios de sexo; 5 personas que eligieron la identificación binaria durante 2021.

La ley de creación de los Registros Civiles se sancionó en 1884. Es una de las instituciones más antiguas del nuevo Estado argentino, que buscaba dos objetivos: homogeneizar a su población a partir de darles la nacionalidad a los nuevos nacimientos; y arrebatarle a la Iglesia el monopolio de las inscripciones de la población. La importancia que se le dio a aquella tarea lo demuestra lo temprano que se realizó la primera inscripción en el territorio provincial: un nacimiento ocurrido en General Roca, en 1888. Un espacio recién ocupado por el Estado, tras las avanzadas de las tropas expedicionarias de Julio Roca y compañía. En 1878 se había creado el Territorio Nacional de la Patagonia, con jurisdicción sobre toda la región al sur del río Colorado. Y en 1884 se formó el Territorio del Río Negro.

En esa época no había edificios. Alcanzaba con un funcionario que tuviera los libros registrales y una pluma para asentar el Registro Civil. Se llenaban por duplicado: uno, quedaba en la localidad. El otro, iba a la capital provincial. Así que en Alem 225 de Viedma existe un gran espacio de 100 metros cuadrados, repleto de estanterías y anaqueles que guardan esta preciosa documentación. Esto fue así hasta 2019, cuando se modificó la ley para incluir el Registro digital.

“Estamos analizando la posibilidad de digitalizar todo ese material, estudiando las diferentes alternativas. Lo ideal es tener los dos formatos: el digital y el papel, como resguardo”, precisó Villagra. Todas esas identidades familiares, están resguardadas en el edificio del Registro. “Tenemos pedidos de algunos historiadores, que necesitan documentarse sobre algún tema. Pero siempre lo hacemos guardando lo establecido en la ley de protección de datos personales”, apuntó

El objetivo central es que los Registros cuenten con la infraestructura adecuada para la atención de la comunidad y al mismo tiempo preservar esa documentación tan valiosa para las familias (significan la forma de probar parentescos), y para las comunidades (como historia social de los pueblos y sus vínculos sociales y familiares).

En los últimos años se inauguraron nueve edificios propios: Catriel, Cinco Saltos, Fernández Oro, en el hospital López Lima de General Roc, Valcheta, Sierra Colorada, Los Menucos, en el Centro Administrativo de Cervantes y Comallo. La semana pasada se inauguró una obra de refacciones en el de Cipolletti y próximamente se habilitará el de Contralmirante Cordero.

“Lo que empezó siendo una forma de homogeneizar a la población argentina, junto a otras herramientas del Estado como la alfabetización y la educación, hoy es una institución que busca dar cuentas de las diferencias. Así hemos ido avanzando al compás de la sociedad y la legislación: matrimonios igualitarios, cambios de sexo, género binario… son adaptaciones a los cambios”, resaltó Villagra.