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Día del Ama de Casa: que opinión tienen algunas vecinas de la ciudad, sobre el valor del trabajo no remunerado en el hogar

En nuestro país, cada 1 de diciembre se conmemora el «Día del Ama de Casa». La fecha quedó establecida en el año 1958, siendo determinada en aquel momento por la Liga de las Amas de Casa, que había sido creada un año antes para la defensa de las mujeres trabajadoras, que llevaban adelante el cuidado de sus hogares. En el marco de este día, un medio roquenseoca recorrió algunas de las calles mas transitadas de la ciudad, para saber que valoración tiene el trabajo realizado mayoritariamente por mujeres, según vecinas y vecinos.

Sobre la Liga de las Amas de Casa, actualmente es una asociación civil que llamada Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios. Fue creada con la finalidad de fortalecer a las familias y las comunidades, fomentando, a través del desarrollo de proyectos culturales, sociales y educativos. Además de contemplar acciones dirigidas a privilegiar el ámbito familiar, como eje constitutivo de la vida de las personas, con experiencias vivenciales orientadas a potenciar el desarrollo personal de todos los integrantes de la familia.

Mientras transitábamos la calle Tucumán, entre La Pampa y Chacabuco, nos encontramos con Carolina y Miguel. Amablemente nos contaron, cual es es su opinión, respecto al trabajo que llevan a cabo las amas de casa y ante esa pregunta, Carolina dijo: «La ama de casa tiene un trabajo que no es remunerado, de lunes a lunes, 24/7. Me parece que socialmente se le va dando cada vez mas relevancia, pero bueno, sigue siendo no remunerado, entonces me parece que siempre hay que reivindicar, que es importante reconocer socialmente. Hacen muchísimo trabajo y generalmente no se reconoce». 

Sobre su vida diaria, mencionó: «Trabajo afuera del hogar y también trabajo dentro de casa, por eso te digo, es 100%, obviamente uno tiene la ayuda de la familia. Como madre de varones una los cría para que también ayuden, porque somos todos parte, pero bueno, en realidad, tengo mi trabajo, y después llegás y seguís con todas las cosas que hay que hacer en la casa». 

«Por ahí se naturaliza que la mujer tiene que hacer todas las cosas, hay como un prejuicio que lo debe hacer, aunque en realidad deberíamos empezar a cuestionarnos todas esas cosas. Todos los que convivímos en casa tenemos que colaborar y hacer las tareas del hogar, no porque seas mujer te corresponde, digamos. Se van rompiendo socialmente muchos mitos, sin embargo, falta mucho recorrido todavía», afirmó.

Luego, Miguel, recordó la labor de su mamá y mientras compartía esa anécdota dejó un interesante mensaje para pensar y considerar en familia: «Mi madre nos crió sola, mi papá no estaba, pero sí, hay que acostumbrarse a educar para que el hombre también ayude en la casa, tanto el marido y los hijos, está bueno eso. Es verdad lo que dice Érica, dejamos todo en la espalda de la mujer, pero la realidad es que eso hay que cambiarlo y hacer lo posible para que todos colaboren en la casa».

En cuanto al trabajo de las amas de casa y si es o no reconocido, recapituló sobre una decisión que se estableció a nivel nacional, a través de un decreto 19 años atrás: «Con respecto si son reconocidas o no, en un momento si lo fueron, salieron muchas jubilaciones para amas de casa en un gobierno, lo que ahora se duda. Se quiere sacar, se dice que no, que está mal y me parece que es un trabajo como cualquier otro y a veces hasta más duro. Mucha gente fue bendecida por esa jubilación que ayudó y ayuda un montón a esas mujeres que se la pasaron en la casa criando a sus hijos, manteniendo la casa y todo eso. Me parece mal, porque creo que hay personas que no pudieron salir a trabajar afuera, porque más allá de sus situaciones tenían que criar a dos, tres, cuatro, cinco hijos, que es importante también».

El 1º de diciembre de 2005, el presidente, por aquel entonces, Néstor Kirchner firmó el decreto 1.454 que creó la que luego se conoció como jubilación de las amas de casa. Fue una de las medidas de justicia social y de igualdad de género más importantes que se recuerden con el paso del tiempo. Como resultado fueron más de dos millones las mujeres que accedieron al derecho a una jubilación mínima. En algunos casos habían trabajado años en la informalidad, y no contaban con los aportes necesarios. Mientras, que otras pudieron ver valorado su aporte a la crianza de los hijos y las tareas de cuidado.

Acerca del tiempo que las amas de casa pueden compartir con sus hijos e hijas mientras desarrollan ese trabajo, Miguel estableció una comparación, entre el antes, el después y que influencia tenía y tiene el acompañamiento continúo en el hogar, por parte de las madres: «Si vos te ponés a comparar hoy en día, yo tengo 48 años, la ama de casa estaba en casa, mi mamá, nos criaba, no salió a trabajar, estaba más con los hijos y la educación era otra. Hoy, una madre, un padre tiene que salir a trabajar 8 o 10, 11, 12 horas, depende lo que esté y no tiene la atención hacia sus hijos. Por eso el trabajo de ama de casa, remunerado con una jubilación o de alguna forma está buenísimo. De esa manera, la crianza es un poco más controlada, asistida, están sobre los chicos, saben que hace sus hijos».

Después, siguiendo con el recorrido, nos detuvimos a hablar Lourdes y Florencia, quienes estaban en la vereda, fuera de local, en calle Belgrano entre Tucumán y Mitre, charlando, un poco antes de finalizar la jornada laboral e ir a casa. Lourdes fue la primera en responder, en torno a la pregunta de que si consideraba trabajo a las tareas cotidianas que realizan las amas de casa, durante la cotidianeidad: «No se considera un trabajo como tal, yo tengo mi trabajo particular y a parte soy ama de casa, pero desde mi punto de vista, a mi modo de ver, no se valora como trabajo. No se valora la cantidad de horas y el amor que uno hace como ama de casa. Duele, es como vos decís, es de lunes a lunes, 24/7, 365 días al año. Pero bueno, cuando tenes hijos lo haces absolutamente con todo el amor del mundo, ahí no hay nada que te depare horas, ni nada por el estilo, pero, estaría bueno que sea valorado como tal. A la hora de jubilarse tendrían que tenernos en cuenta.

Asimismo agregó que: «El valor que se le tiene que dar, parte de la casa, de la familia y desde una como mamá, yo trato de inculcarselo a mis hijas y estaría buenísimo que también sea para los hijos varones. En este momento, en la época que vivimos, creo que se le está dando un poquito más de participación al varón, pero en general las madres apañan muchísimo a sus hijos varones y tratan de hacerles todo. Cuando llegan a formar una pareja y son papás, ahí vemos reflejado como viene la crianza». 

«El mensaje cuesta, incluso escuchás esto de: ¿Vos trabajás o estás desocupada?, no se valora como tal, no es que te dicen si sos ama de casa, ah bueno, vos trabajás en tu casa. No, no se toma como trabajo», expresó.

Su compañera Florencia, remarcó una cuestión muy interesante que abordó desde la visión que tiene sobre el cambio en la forma de pensar, en relación a las generaciones: «Siento que viene algo muy arraigado a lo generacional, por ahí antes se consideraba que la mujer si o sí tenía que estar a cargo de la casa, aunque no es algo que ha cambiado mucho. Pero sÍ creo que las nuevas generaciones son más conscientes de eso, creo que hay más participación por parte de los varones».

Además, fundamentando su opinión, compartió un ejemplo familiar: «Lo veo en mi hermano que está separado, tiene a cargo a su hijos y tiene que ser amo de casa también. Ha cambiado un poco, pero sigue sin darse ese reconocimiento que tendría que darse». «Cuando están en el papel de hijos por ahí no se dan cuenta hasta que les toca independizarse», resaltó.

Por último, mientras terminaba de realizar unos trámites en el centro de Roca, Claudia, gentilmente dedicó parte de su tiempo, pese a que podía llegar a perder su colectivo, para hablar con un medio roquenseoca: «El trabajo de ama de casa es esencial para la vida familiar, porque la ama de casa, lleva el hogar para adelante, en la organización y en todo lo que tiene que ver con la casa. En cierta manera sí, es un trabajo, sin sueldo (risas), pero bueno, lo importante es brindar amor a la familia y ser ama de casa significa un poco de eso. No tiene vacaciones, pero bueno, si se hace con amor vale la pena».

Antes de finalizar, respecto a su día a día familiar, con una sonrisa en su rostro, dijo: «Yo tengo la suerte de tener un marido y un hijo que valoran mi trabajo, así que lo hago con muchas más ganas. Yo creo que en la casa tiene que ayudar toda la familia, aunque se ve muy poco. Así hay más compañerismo en la familia y uno se apoya con el otro», concluyó.

 


Gentileza anr
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