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Día Mundial del Agua: qué le pasa a nuestro cuerpo cuando no nos hidratamos correctamente

Día Mundial del Agua: qué le pasa a nuestro cuerpo cuando no nos hidratamos correctamente

El Día Mundial del Agua es una de las conmemoraciones más importantes. La idea de celebrarlo internacionalmente se remonta a 1992, cuando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro propuso fijar una fecha. Ese mismo año, la Asamblea General adoptó la resolución y comenzó a celebrarse desde 1993.

Un cuerpo sano debería enviar señales de sed cuando se queda sin agua. Este líquido es un nutriente esencial que el cuerpo necesita para mantenerse sano y es responsable de muchas funciones de nuestro organismo. Según estudios de Mayo Clinic, las necesidades individuales de agua dependen de factores como la salud, la actividad física y el entorno en el que se vive.

El agua es la bebida perfecta para saciar la sed e hidratar el cuerpo, pero también cumple con muchas otras funciones vitales. Además de restaurar los líquidos perdidos a través de la respiración, eliminación de desechos y sudoración, también lubrica los tejidos y las articulaciones, ayuda a evitar el sobrecalentamiento y mantiene la piel sana. Incluso es necesaria para una adecuada digestión.

La importancia de beber agua radica en su capacidad de llevar nutrientes y oxígeno a las células, eliminar bacteria de la vejiga, prevenir el estreñimiento, mantener la presión arterial estable, hidratar las articulaciones, proteger órganos y tejidos, regular la temperatura corporal y mantener el equilibrio de electrolitos, según indica Harvard Nutrition.

Sin agua, ningún organismo podría sobrevivir. Es la fuente de hidrógeno para todos los seres vivos y constituyente esencial de la materia viva. Los organismos están formados en su mayoría por agua, incluso en algunos animales marinos alcanza el 95% de su peso. Tanto plantas como animales dependen del agua para realizar todas sus funciones vitales.

 

 

El agua y la salud

Nuestro cuerpo está compuesto en gran parte por agua, siendo el componente químico principal y representando entre el 50% y el 70% de nuestro peso corporal. Todos los órganos, tejidos y células necesitan agua para funcionar correctamente.

A pesar de la importancia del agua para la salud, la mayoría de las personas no bebe suficiente agua diariamente. La recomendación clásica de 8 vasos al día es fácil de recordar, pero la cantidad de agua que debe ingerirse es variable según distintos factores. Además, hay que tener en cuenta las bebidas y alimentos que se consumen.

Factores como la edad, el nivel de actividad física, la salud y las condiciones ambientales influyen en la cantidad de agua que se debe beber diariamente. Los adultos mayores suelen sentir menos sed, lo cual puede ser un problema si toman medicamentos que causen pérdida de líquidos. Las personas activas físicamente necesitan aumentar su ingesta de agua para reponer las pérdidas. También enfermedades o medicamentos pueden aumentar o disminuir las necesidades de agua.

Consultar con un médico para determinar la cantidad adecuada de agua es fundamental, ya que no existe una respuesta única. Según Harvard Health, en promedio los hombres deben consumir alrededor de 15,5 tazas de agua al día y las mujeres alrededor de 11,5 tazas, con la consideración de que aproximadamente el 20% de la ingesta de líquidos diaria proviene de los alimentos y el resto de las bebidas.

 

 

Deshidratación

La deshidratación puede ser peligrosa, especialmente en niños y adultos mayores. Pueden sufrirla por vómitos intensos, diarrea, actividad física intensa o falta de ingesta suficiente de agua. Los adultos mayores, en particular, tienen un menor volumen de agua en sus cuerpos, lo que aumenta el riesgo de deshidratación en casos de enfermedades o medicamentos que lo favorezcan.

En conclusión, el agua es esencial para mantener un cuerpo sano. Cumple con funciones vitales, como hidratar los tejidos, regular la temperatura corporal, transportar nutrientes y proteger órganos. La cantidad de agua que se debe beber diariamente varía según factores individuales, por lo que es importante consultar con un médico para determinar la ingesta adecuada. No tomar suficiente agua puede llevar a la deshidratación, una condición peligrosa para la salud.


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