La acusación fue la primera en intervenir y resaltó que los hechos imputados ocurrieron entre marzo de 2019 y 2022 en la residencia compartida por los adultos y la víctima, junto con otros tres hijos que tienen en común.

La acusación describió graves actos de abuso sexual perpetrados por el hombre, «mediante violencia física y psicológica y amenazas de muerte», y señaló que en al menos tres de esos episodios, la mujer estuvo presente colaborando con los abusos. La Defensora de Menores respaldó los hechos y la calificación legal propuesta. 

La evidencia presentada para respaldar la acusación incluye la denuncia penal realizada por el actual tutor del niño, el testimonio de la tía de la víctima y el propio testimonio del menor en una entrevista realizada en cámara gesell. Además, se suman el informe preliminar de la OFAVI (Oficina de Atención a la Víctima), los resultados del examen médico forense realizado por el Cuerpo de Investigación Forense y el acta de allanamiento al domicilio donde vivían los acusados junto con la víctima y sus hermanos. 

El defensor particular del hombre no planteó objeciones formales a los hechos ni a la calificación legal, aunque adelantó que presentará otra teoría del caso. 

Por su parte, el defensor oficial de la mujer se opuso a la formulación de cargos. Argumentó que ella también era víctima de una relación de poder desigual con el hombre, expuso elementos relacionados con su teoría y solicitó que se aplique una perspectiva de género en el análisis global del caso. 

Finalmente, la Jueza de Garantías aceptó la formulación de cargos solicitada por el Ministerio Público Fiscal. Respecto a la mujer, se le imputaron los delitos de abuso sexual con acceso carnal contra un menor de 13 años, agravado por el vínculo, la convivencia con un menor de 18 años y por ocasionar un grave daño a la salud física en reiteradas oportunidades en calidad de coautora. Además, se le imputaron las lesiones leves agravadas por el vínculo y coacción, así como la corrupción de menores agravada por la edad, el vínculo, la convivencia y por ser guardadora de un menor de edad. 

En cuanto al hombre, se le formularon cargos por abuso sexual con acceso carnal, agravado por la participación de dos o más personas, por ser guardador, por la convivencia con un menor de 18 años y por ocasionar un grave daño a la salud física. Además, se le atribuyeron la coautoría de corrupción de menores agravada por la edad, el vínculo, la convivencia y por ser guardadora de un menor de edad.