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Dinosaurio gigante de Río Negro: ¿por qué se llama Chucarosaurius?

Dinosaurio gigante de Río Negro: ¿por qué se llama Chucarosaurius?

Llegó el día tan esperado: el “Chucarosaurius diripienda” se presentó en sociedad. Un fémur de más de 2 metros de largo; y un húmero de 1,5 metros, fueron los restos que atravesaron 90 millones de años en un campo rionegrino. Suficientes para que un equipo de paleontólogos se decidiera a investigarlo y a encontrar que estaban frente a una nueva especie.

Esos restos eran diferentes a los que se habían encontrado en otras excavaciones realizadas en la región. Primero, porque eran muy grandes, lo que significaba que el individuo había sido gigantesco. Segundo, por el peso de esos huesos fosilizados, que sirvieron para sostener a un ejemplar pesado. Tercero, eran relativamente “esbeltos” para la época.

: El nuevo dino gigante tiene nombre: “Chucarosaurus”, y fue el más grande de Río Negro

El estudio comparado que realizó el equipo paleontológico, comandado por Federico Agnolín, permitió reconocer algunas particularidades: medía aproximadamente unos 30 metros de alto y pesaba unas 50 toneladas. Como un edificio de 10 pisos. O el tamaño de seis elefantes juntos. Impresionante.

El clima y la vegetación que poblaba la región era totalmente diferente de la estepa árida que vemos hoy en día. Un mar cálido rodeaba la región, y una selva tropical exuberante permitía que estos colosos pudieran sobrevivir. Esta especie era herbívora.

(Federico Agnolin, el paleontólogo que encabezó el equipo de investigadores)

En el equipo interdisciplinario participaron integrantes del Museo Patagónico de Ciencias Naturales, de Roca; y un grupo del IUPA realizó una animación sobre las características que tenía aquel gigante que pobló la Patagonia.

Los huesos se encontraron en la reserva natural Pueblo Blanco y Agnolín resaltó que “los propietarios del lugar sabían de la existencia de estos restos desde hace años. Lo que nos propusimos fue sacarlos y estudiarlos”.

: Gracias a restos fósiles hallados en Roca, descubren una nueva especie de dinosaurio. Mirá el Video.

Claro, no fue una tarea fácil: todo el equipo se abocó a la tarea de despejar sedimentos e identificar el lugar del hallazgo. Y después había que subirlo a la camioneta, lo que supuso un esfuerzo proporcional a lo que representó aquel gigante. En el viaje de regreso, ocurrió un imprevisto: el vehículo, cargado con demasiado peso, se desestabilizó y terminaron volcando a un costado de la ruta. Los huesos, las palas, carpas y el resto del campamento, quedaron desparramados entre la banquina y el campo.

Más allá del susto, de algunas magulladuras y una que otra lesión menor, todos salieron bastante bien. Pudieron juntar de nuevo todo el material y al final regresaron a casa. Cuando vieron que se encontraban con una nueva especie, empezaron a buscar un nombre adecuado.

Y surgió casi como haciendo un guiño a aquel episodio, pero también respondiendo a las características del animal prehistórico: “Chucarosaurius, porque era un dinosaurio robusto, realmente; y “diripienda”, porque los huesos estaban revueltos por el lugar”, justificaron técnicamente. Claro que si era por eso, todos los saurios serían “diripienda”. En realidad, entre sonrisas, los técnicos estaban recordando aquel episodio de la ruta 22.

La investigación estuvo a cargo de un equipo de paleontólogos del Museo Argentino de Ciencias Naturales (del LACEV), del Museo y Laboratorio de Dinosaurios de la Universidad de Cuyo, el Museo Patagónico de Ciencias Naturales, la Fundación Azara y de CONICET, con el apoyo de National Geographic, la Secretaría de Desarrollo Cultural y Subsecretaría de Patrimonio y Cooperación Cultural de la provincia.

En resumen:
Resumen en español del contenido en 180 palabras

Llegó el día tan esperado: el “Chucarosaurius diripienda” se presentó en sociedad. Un fémur de más de 2 metros de largo; y un húmero de 1,5 metros, fueron los restos que atravesaron 90 millones de años en un campo rionegrino. Suficientes para que un equipo de paleontólogos se decidiera a investigarlo y a encontrar que estaban frente a una nueva especie.

Esos restos eran diferentes a los que se habían encontrado en otras excavaciones realizadas en la región. Primero, porque eran muy grandes, lo que significaba que el individuo había sido gigantesco. Segundo, por el peso de esos huesos fosilizados, que sirvieron para sostener a un ejemplar pesado. Tercero, eran relativamente “esbeltos” para la época.

: El nuevo dino gigante tiene nombre: “Chucarosaurus”, y fue el más grande de Río Negro

El estudio comparado que realizó el equipo paleontológico, comandado por Federico Agnolín, permitió reconocer algunas particularidades: medía aproximadamente unos 30 metros de alto y pesaba unas 50 toneladas. Como un edificio de 10 pisos. O el tamaño de seis elefantes juntos. Impresionante.

El clima y la vegetación que poblaba la región era totalmente diferente de la estepa árida que vemos hoy en día. Un mar cálido rodeaba la región, y una selva tropical exuberante permitía que estos colosos pudieran sobrevivir. Esta especie era herbívora.

(Federico Agnolin, el paleontólogo que encabezó el equipo de investigadores)

En el equipo interdisciplinario participaron integrantes del Museo Patagónico de Ciencias Naturales, de Roca; y un grupo del IUPA realizó una animación sobre las características que tenía aquel gigante que pobló la Patagonia.

Los huesos se encontraron en la reserva natural Pueblo Blanco y Agnolín resaltó que “los propietarios del lugar sabían de la existencia de estos restos desde hace años. Lo que nos propusimos fue sacarlos y estudiarlos”.

: Gracias a restos fósiles hallados en Roca, descubren una nueva especie de dinosaurio. Mirá el Video.

Claro, no fue una tarea fácil: todo el equipo se abocó a la tarea de despejar sedimentos e identificar el lugar del hallazgo. Y después había que subirlo a la camioneta, lo que supuso un esfuerzo proporcional a lo que representó aquel gigante. En el viaje de regreso, ocurrió un imprevisto: el vehículo, cargado con demasiado peso, se desestabilizó y terminaron volcando a un costado de la ruta. Los huesos, las palas, carpas y el resto del campamento, quedaron desparramados entre la banquina y el campo.

Más allá del susto, de algunas magulladuras y una que otra lesión menor, todos salieron bastante bien. Pudieron juntar de nuevo todo el material y al final regresaron a casa. Cuando vieron que se encontraban con una nueva especie, empezaron a buscar un nombre adecuado.

Y surgió casi como haciendo un guiño a aquel episodio, pero también respondiendo a las características del animal prehistórico: “Chucarosaurius, porque era un dinosaurio robusto, realmente; y “diripienda”, porque los huesos estaban revueltos por el lugar”, justificaron técnicamente. Claro que si era por eso, todos los saurios serían “diripienda”. En realidad, entre sonrisas, los técnicos estaban recordando aquel episodio de la ruta 22.

La investigación estuvo a cargo de un equipo de paleontólogos del Museo Argentino de Ciencias Naturales (del LACEV), del Museo y Laboratorio de Dinosaurios de la Universidad de Cuyo, el Museo Patagónico de Ciencias Naturales, la Fundación Azara y de CONICET, con el apoyo de National Geographic, la Secretaría de Desarrollo Cultural y Subsecretaría de Patrimonio y Cooperación Cultural de la provincia.


Gentileza anr
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