Después de las 10 de la noche, cuando ya la noche se ha adentrado y el ritmo de la ciudad disminuye casi al mínimo, los vecinos que viven al norte de la calle Arenales suelen escuchar disparos que provienen de diversos puntos. No son festejos, claro está, pero nadie sabe muy bien de dónde vienen. Y se convierten en una razón más para tratar de quedarse en casa.

Las detonaciones, por lo general, vienen de los barrios ubicados al norte de Circunvalación – Illia. A veces, provienen de las zonas que están en plena urbanización y cuentan con un servicio de vigilancia con policías retirados. Utilizan el recurso de disparar al aire como un mecanismo de disuasión.

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Pero muchas veces provienen de los barrios Anai Mapu, Obrero y 4 de agosto. En la madrugada del domingo, los vecinos alertaron sobre disparon que se escuchaban en proximidades de la cancha de La Amistad, sobre la calle rural B15. Y que terminó con el incidente con la policía.

Los vecinos afirman que estas situaciones se producen más allá de lo que les gustaría considerar “normal”. Los puntos que registran con más intensidad están ubicados sobre las calles Lamarque, Los Menucos y Naciones Unidas.

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A veces son disparon al aire, que realizan algunos grupos para “delimitar territorio”, marcando su presencia en el lugar. Pero otras veces son enfrentamientos entre bandas rivales y esto asusta a las familias: en un grupo de whatsapp, una vecina denunció que un proyectil ingresó al dormitorio donde descansaba su hija, a escasos 30 centímetros de su cabeza.